El Hiracoideo, ¿obra del doctor Frankenstein?

En la localidad turolense de Alfambra ?se encuentra el conjunto de fósiles de hiracoideo más completo encontrado en España.

Cráneo de hiracoideo, con rasgos de roedor y rinoceronte en sus dientes.
El Hiracoideo, ¿obra del doctor Frankenstein?
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Hace unos 9 millones de años, muchos mamíferos semejantes a los que hoy en día pueblan la sabana africana se amontonaron cerca de la localidad turolense de Alfambra para formar un yacimiento espectacular. Entre los restos recuperados se encuentra el conjunto de fósiles de hiracoideo más completo encontrado en España. Su fósil más representativo consiste en un gran fragmento de cráneo que conserva el maxilar con la serie dentaria derecha completa y desde el segundo incisivo hasta el tercer molar de la serie izquierda.


El número de fósiles de hiracoideos, y particularmente de los semejantes al de Alfambra, es muy escaso, a pesar de que se han encontrado en varios yacimientos de Eurasia, desde La Cantera y Las Casiones (Teruel), Can Llobateres (Barcelona) y Almenara-M (Castellón), hasta localidades de Afganistán y China, si bien están concentrados en el Mediterráneo oriental, principalmente en Grecia y Turquía. Estos hiracoideos, atribuidos al género Pliohyrax, abarcan un amplio rango temporal, desde hace unos 15 millones de años hasta hace unos 3 millones de años.


Los hiracoideos aún viven en los ecosistemas terrestres actuales, aunque están restringidos al continente africano y a la Península Arábiga. Se conocen como damanes y hay especies arborícolas, mientras otras viven entre roquedos. Su aspecto es semejante al de un conejo y parece que la raíz del nombre de nuestro propio país (Hispania) tiene que ver con una confusión entre conejos y damanes. Se trata de unos seres tan extraordinarios que se han emparentado con animales muy diferentes: elefantes, sirenios e incluso se llegó a pensar que estaban relacionados con los caballos. De hecho, reúnen rasgos muy variados; por ejemplo, sus incisivos se asemejan a los de roedores pero sus molares se parecen a los de rinocerontes.


El cráneo del hiracoideo de Alfambra tiene incrustado un hueso de la pata de otro animal como si quisiera representar una alegoría a tal mezcla de caracteres. Este ‘monstruo de Frankenstein’ forma parte de la exposición permanente del Museo Paleontológico de Dinópolis en Teruel.