El agorero del euro

Martin Armstrong, polémico gúru estadounidense de las finanzas, afirma que la moneda única europea tiene los días contados.

El financiero estadounidense Martin Armstrong en su despacho de Filadelfia.
El agorero del euro
Bloomberg

El euro tiene fecha de caducidad. Es lo que profetiza el polémico gúru estadounidense de las finanzas Martin Armstrong (Nueva Jersey, 1949), quien afirma que la moneda única europea tiene los días contados, y que en octubre se irá poco menos que al carajo. A su juicio, la lucha por la supervivencia del euro tras la crisis financiera y económica mundial y el enorme problema de la deuda en varios Estados del sur de Europa está perdida. "Diría que el riesgo de descomposición es del 90%", señala en una entrevista con el rotativo conservador alemán ‘Die Welt’. Un pronóstico que no debería caer en saco roto, toda vez que Armstrong, de 66 años, tiene fama de agorero y de no errar con sus predicciones.


El malabarista financiero predijo con precisión el llamado ‘Black Monday’, aquel lunes negro en otoño de 1987 que condujo a la mayor catástrofe bursátil desde la Segunda Guerra Mundial. Ese día el índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York cayó un 22%, el mayor hundimiento de su historia al perder en una sola jornada casi la cuarta parte de su valor. Y anunció con la misma exactitud la histórica caída del Nikkei, el índice de la bolsa de Tokio, de 1989 y la crisis del rublo en Rusia de 1998. Tal vez trajera la lección aprendida de familia, pues el abuelo de su padre, un erudito abogado que de niño le obligaba a leer a Aristóteles, perdió toda su fortuna en el célebre ‘crash’ de 1929.


Armstrong siempre se ha manejado bien en el mundo del dinero. Con solo 14 años amasó su primer millón de dólares, pero lo perdió tan rápido como le había llegado. Fue gracias a un trabajo de fin de semana con el que se sacaba unos dólares. El adolescente ayudaba a un distribuidor de lingotes y monedas extranjeras en Pennsauken, una pequeña ciudad de Nueva Jersey. El comisionista lo inició en el comercio de divisas, y al año siguiente el espabilado Martin compró varias bolsas de monedas canadienses raras, que resultaron ser aún más raras de lo que él pensaba, disparándose su valor. De la noche a la mañana, el paquetito de 50 monedas valía mil dólares americanos. Y él tenía mil paquetitos. Se convirtió en un millonario adolescente... pero al pequeño voraz financiero que llevaba dentro se le había despertado el apetito y quería más. En lugar de cambiar las monedas y quedarse con el dinero, esperó a que siguieran subiendo, pero el valor se desplomó, lo perdió todo y de millonario pasó a ser un chaval que volvía a trabajar los fines de semana para sacarse unos dólares.


Aunque le precede la fama de gurú financiero, Armstrong también tiene un pasado oscuro. Hace 16 años dio con sus huesos en la cárcel por chantajear a institutos financieros de renombre con grabaciones hechas clandestinamente. Lo hizo, dijo entonces, para sacar a la luz las manipulaciones de los bancos. Se le acusó igualmente en 1999 de estafar 700 millones de dólares a un grupo de inversores con un sistema piramidal, un clásico a la hora de hacerse con el dinero de gente que espera beneficios muy elevados en poco tiempo.


Una película sobre su vida


Desde 2011 se encuentra de nuevo en libertad y alarma al mundo con nuevos pronósticos. Estos tienen mas eco aún ante el estreno inminente de una película sobre su vida titulada ‘The Forecaster’, un documental de Marcus Vetter y Karin Steinberger en el que explica sus teorías.


Para el experto financiero el proyecto de la unión monetaria en la UE se abordó de forma equivocada. "Para que el euro cuente con alguna oportunidad frente al dólar, debía haberse creado desde el principio un mercado de deuda único. Las grandes sociedades de inversión quieren colocar sus cientos de miles de millones en deuda europea unitaria y no en deuda alemana o títulos italianos".


Armstrong es autor del llamado ‘Código Pi’, algo que muchos expertos consideran una especie de fórmula financiera mundial. Su modelo no es una fórmula mágica alquimista. Es una combinación de los bancos de datos históricos mas amplios del mundo y los flujos de capital de los inversores. Así puede reconocer de manera precoz lo que sucede entre las bambalinas de los mercados de capital y predecir crisis e incluso guerras. Su sistema contempla todos los factores que tienen que ver con la economía mundial. Sus ordenadores combinan los datos y escupen un resultado. En el caso del euro es bastante oscuro. Peor en el de la deuda pública. "No se le ocurra comprar deuda pública. Se encuentra exageradamente sobrevalorada. Aquí habrá un gran ‘crash’". Su ordenador lo anuncia para el 1 de octubre.