El título de esta semana está inspirado en un volumen que compara el mantenimiento de un jardín con la creación de un nuevo proyecto empresarial. Al abrigo de la idea de sembrar para crecer juntos, se explica cómo "preparar la tierra", "sembrar la idea", el "riego y la poda".... Es un libro curioso publicado en 2012 por la editorial Tirme. Además de ser ingrediente de muchos principios activos de los medicamentos, las plantas tienen un fuerte factor psicológico que ayuda al bienestar emocional. "Si quiere ser feliz por un día, emborráchate. Si quieres ser feliz por tres días, cásate. Si quieres ser feliz toda la vida, hazte jardinero", dice un antiguo proverbio chino. Y no le falta razón.

Existe una Asociación de Terapia Floral Integrativa que defiende los principios del doctor Edward Bach, médico inglés que entre 1928 y 1936 estudió las propiedades de 38 flores de la campiña inglesa aplicables a distintos problemas emocionales. Según Bach, los desequilibrios emocionales originaban enfermedades físicas y mentales, y su tratamiento promovía armonizar esos desequilibrios y disminuir ciertos padecimientos como el odio, y desarrollar a cambio la tolerancia. El haya es uno de estos remedios. Para los que se evaden de la realidad existe el clemátide, y el acebo calma los celos patológicos. ¿Tenía éxito?Para muchos escépticos, se trata de un elaborado placebo, pero la sorpresa llegó en los setenta cuando la OMS recomendó la aplicación de medicinas alternativas, entre ellas la terapia floral de Bach, y en 1983 publicó un estudio donde recomienda explícitamente esta terapia.

El agricultor y filósofo japonés Masanobu Fukuoka dejó un importante legado en forma de libros, y quizá su ‘Revolución de la brizna de paja’ ha sido de los más populares. Para Fukuoka, sanar la tierra y purificar el espíritu humano son un mismo proceso. Proponía el sistema del "no hacer", evitar todo elemento artificial hasta conocer bien los mecanismos que llevan al huerto a prosperar y al espíritu humano al bienestar. Especie alejada de su elemento natural y confinada en grandes ciudades, Fukuoka y otros filósofos consideran que gran parte de los problemas actuales derivan de la separación entre el ser humano y la naturaleza.

Ocho universidades de EE. UU. imparten contenidos de los beneficios de la horticultura en personas discapacitadas y en riesgo de exclusión. Proyectos como el Jardín Botánico del Bronx en los años ochenta fue uno de los primeros ejemplos y en Reino Unido Chris Underhill se convirtió en uno de los pioneros en ofrecer esta terapia para la rehabilitación física y mental. Con muy buenos resultados:actualmente su fundación Thrive se centra en estas terapias con el fin de reinsertar en la sociedad a enfermos o, incluso, evitar su empeoramiento. Veinticinco años después, es habitual que fundaciones o centros de día de discapacitados, así como centros juveniles, tengan la jardinería como una de sus actividades principales.