Indignación con Hierrezuelo

El colegiado ha dirigido al CAIen tres partidos de Liga, todos ellos con derrota y decisiones perjudiciales para los aragoneses.

Joaquín Ruiz Lorente, técnico del CAIZaragoza, protesta ante Daniel Hierrezuelo.
Indignación con Hierrezuelo
Aránzazu Navarro

"Los árbitros no nos han dejado ganar". Nada más finalizar el partido contra el Real Madrid (76-80), el entrenador del CAIZaragoza, Joaquín Ruiz Lorente, se quejó enérgicamente de la actuación de los colegiados. El cuadro aragonés compitió con entereza durante 39 minutos; pero se topó después, en los momentos de fragor, con un arbitraje pernicioso que inclinó el partido del lado madridista. Los árbitros, inflexibles y despiadados con los locales, demasiado permisivos con el rival, fueron minando con astucia y crueldad el ánimo de los zaragozanos. Hubo desatinos ilógicos, en ocasiones sonrojantes, todos ellos desfavorables para el conjunto de Ruiz Lorente. Sobre todo la técnica señalada a Stevan Jelovac; un castigo incomprensible, totalmente desproporcionado, que acabó irremediablemente con el intento de remontada de los aragoneses.


Sin embargo, la indignación del CAI Zaragoza va mucho más allá. "Si el criterio fuera el mismo para los dos equipos, entonces sería maravilloso; pero me gustaría saber si esa última acción, la técnica a Jelovac, la hubieran pitado en la pista del Madrid", añadió Ruiz Lorente, muy molesto, para denunciar el maltrato sufrido por su equipo en los últimos compases del choque. En este sentido, hay un aspecto que, por reiterado, inquieta especialmente al club aragonés: el comportamiento de Daniel Hierrezuelo, colegiado internacional, uno de los más reputados de la Liga Endesa, que viene coleccionando numerosos agravios con los zaragozanos desde el inicio de la temporada. De hecho, el CAI no ha ganado aún con Hierrezuelo en el presente ejercicio. Y la lista de perjuicios es muy significativa.


CAI Zaragoza-Real Madrid, diferente criterio


El equipo aragonés, tras remontar una desventaja de hasta 14 puntos, se puso por delante en el marcador en el último minuto del duelo (74-73). En el siguiente ataque, el lanzamiento de Llompart fue repelido por el aro. Llull capturó el rebote y corrió hacia el aro rival, un contragolpe que intentó frenar el propio Llompart con una falta táctica. No lo consiguió porque los árbitros ignoraron la personal del base, que favorecía a los zaragozanos porque no conllevaba tiros libres. Sin embargo, sí señalaron otra, mucho más liviana, prácticamente inapreciable, que pudo cometer Jelovac mientras Llull, ya bajo el aro, culminaba su penetración. Inmediatamente después, el serbio lanzó la pelota con desprecio, hacia atrás, en un gesto de desesperación por la falta que le habían señalado. El infortunio hizo que el balón golpeara sutilmente en la espalda de uno de los colegiados, lo que conllevó una decisión tan injusta como desproporcionada de Hierrezuelo, el árbitro principal: castigó a Jelovac con una técnica que, a falta de 26 segundos para la conclusión del choque, sentenciaba definitivamente al CAIZaragoza.


Al margen del 2+1 de Llull (74-76), el Madrid dispuso de un nuevo tiro libre por la técnica (74-78), además de recuperar la posesión. En el club aragonés sorprendió sobremanera el criterio de Hierrezuelo, quien, por el contrario, ignoró las faltas, los agarrones, los golpes y los empujones desmesurados de los madridistas, que fueron constantes. Mientras, Nocioni fue advertido en hasta tres ocasiones, por sus airadas protestas, al igual que Sergio Llull y el técnico del Real Madrid, Pablo Laso. Pero antes de castigar a Jelovac con la falta técnica, los colegiados ya habían perjudicado al CAI Zaragoza. Por ejemplo, en un fuera de fondo que le era favorable –Bourousis fue el último en tocar el balón– cuando el marcador estaba igualado (71-71). Uno de los árbitros decretó en primera instancia que el balón pertenecía a los aragoneses; pero el colegiado principal, Daniel Hierrezuelo, el mismo que señaló la técnica, rectificó a su compañero y le dio la posesión a los blancos. Justo en la jugada anterior, habían ignorado una falta de Ayón a Katic en la lucha por el rebote; y, también en el tramo definitivo, habían pasado por alto un golpe traicionero de Carroll a Llompart, cuando el juego estaba interrumpido, que acabó con el base del CAI Zaragoza en el suelo. Llompart se fue entonces hacia el americano, muy exaltado, para recriminarle la acción; pero en su camino se interpuso Hierrezuelo, quien incluso amenazó al jugador aragonés con una falta técnica.


Estudiantes-CAI Zaragoza, desigualdad en las faltas


El pasado 15 de marzo, en la pista del Estudiantes (66-61), el CAI Zaragoza también fue sometido a un arbitraje especialmente severo que, además, se acentuó en los compases finales cuandos los aragoneses optaban a la victoria. En un partido loco, enredado, agitado por momentos, al equipo de Ruiz Lorente le señalaron 23 personales, ocho más a que su adversario, cuando los dos conjuntos se emplearon con el mismo ímpetu en las labores de contención. El árbitro principal fue Daniel Hierrezuelo, quien asumió las decisiones más controvertidas en el tramo final del duelo, la mayoría contrarias a los intereses del CAI Zaragoza.


El conjunto aragonés, que se sobrepuso a una desventaja de 10 puntos, alcanzó los últimos minutos con el marcador igualado. A partir de ahí, el duelo se endureció y no se midió a los dos equipos con el mismo criterio. Los zaragozanos fueron sancionados con hasta 10 faltas en el último cuarto, mientras que los madrileños se quedaron en 4. Con el choque equilibrado (50-50), se obvió una personal sobre Jelovac, mientras el serbio tiraba en una posición ventajosa, y se señaló una personal muy rigurosa de Kevin Lisch sobre Simpson en la lucha por el rebote. Después, Katic fue penalizado con dos faltas consecutivas, también muy estrictas: primero sobre Simpson (53-52), cuando Nacho Martín acababa de errar un lanzamiento triple; y posteriormente sobre Salgado, en una penetración del base estudiantil (55-52), cuando los locales se hallaban al límite de la posesión.


Aun con todo, el CAI dispuso de una última acción para igualar la contienda, a falta de seis segundos para el final. Recibió el balón Landry (64-61), que se elevó en busca del triple que hubiera forzado la prórroga; pero su intento fue taponado –rozando la personal– por Jaime Fernández. Los árbitros no señalaron nada y el base sentenció con un rápido contragolpe.


CAI Zaragoza-Joventut, decisiones desfavorables


Contra el Joventut (74-79), en la primera jornada de la competición, el cuadro aragonés también se encontró con arbitraje adverso que, de hecho, lastró decisivamente su recorrido hacia el triunfo. Dos técnicas por simular –Llompart y Goulding–, cuando nadie simuló; más una antideportiva de Katic, muy rigurosa, tuvieron a Hierrezuelo como protagonista principal. Él, inflexible y despiadado con los zaragozanos, no empleó el mismo criterio con el conjunto catalán. Al contrario, resultó determinante para que el Joventut, que fue a remolque durante la mayor parte del duelo, culminara la remontada en el pabellón Príncipe Felipe. Hubo otra acción decisiva: un campo atrás del Joventut que, tras no ser señalado, finalizó en un 2+1 de Suton en el minuto 38, cuando el CAI gobernaba el marcador con seis puntos de ventaja (67-61). Estas acciones, que generaron indignación, impotencia, inseguridad y rabia, fueron minando el estado anímico de los locales, que acabaron el choque totalmente extraviados.