El Vaticano tampoco se cree perjudicado por el cura de Borja y no lo denunciará
El obispado de Tarazona ya renunció a ejercer acciones legales contra Florencio Garcés, pero la juez preguntó después a la Santa Sede.
El fiscal pide el sobreseimiento de la causa contra los miembros del clan Zapato Veloz.
El cura de Borja fue detenido y encarcelado en diciembre de 2013, acusado de haber desviado un total de 182.000 euros que unas ancianas habían dejado en herencia a la parroquia. Según la Guardia Civil, lo hizo porque estaba siendo extorsionado por los miembros de un clan gitano conocido como Zapato Veloz, que también fueron detenidos y que presuntamente tenían alguna foto comprometedora del religioso.
La juez se vio obligada a dejar en libertad al párroco nada mas tomar declaración como testigo a su superior, el obispo de Tarazona Eusebio Hernández, ya que este dijo que no tenía nada que reclamar a Florencio Garcés, al que defiende el letrado Enrique Trebolle. Sin perjudicado no hay delito, por lo que la instructora necesitaba alguno para poder continuar con una causa que a día de hoy suma ya más de 10 tomos. De ahí que decidiera dirigirse vía comisión rogatoria a Roma para hacerle un ofrecimiento de acciones como perjudicada.
"Pese a que en un inicio Florencio Garcés aludía a determinados líos de los que los imputados se habrían valido para hacerle disponer del efectivo, se ha negado que ello se produjera a través de violencia o intimidación, no generando obligación por dicho motivo", dice la fiscal. "Aún presumiendo que detrás de dichas disposiciones de dinero tan elevadas pudiera existir algún tipo de intimidación, represalia, etc, la negación efectuado al respecto por parte del inicialmente denunciante impiden al ministerio fiscal proseguir la causa", añade. Será ahora la juez quien decida si finalmente archiva el asunto y respecto a quién.