Una campaña con miles de empleos

Comienza la recogida de fruta en Aragón, una labor agraria que exige un notable incremento de mano de obra.

La campaña frutícola comenzará en los próximos días con la recogida de la cereza.
Una campaña con miles de empleos
Aránzazu Navarro

Quedan apenas unos días para que comience (este año con retraso) la campaña de recogida de fruta, un subsector agrícola en el que la comunidad aragonesa se sitúa entre los mayores productores. Y llegan con ella ofertas de empleo que se cuentan a miles. Las organizaciones agrarias no han publicado todavía sus estimaciones de cosechas pero todo parece indicar que la producción –cuya recogida se extenderá hasta finales de año, primero con la cereza, después con la fruta de hueso, para pasar a la recolección de la fruta de pepita y terminar con la vendimia– será similar a la del año anterior y por lo tanto también lo serán las necesidades de obra.


Cerca de 15.000 empleos son los que genera esta campaña agrícola. Y así está previsto también para este año, aunque, como recuerdan desde las organizaciones agrarias, la necesidad de mano de obra está también vinculada a efectos exógenos, como la climatología o, como sucedió en 2014, las dificultades por las que atravesó el sector como consecuencia del veto ruso decretado en agosto.


Laura Redondo, de los servicios técnicos de UAGA, reconoce que la mayor parte de estos empleos se cubren con trabajadores contratados en campañas anteriores. "La mayor parte de estos trabajadores son inmigrantes", recuerda la representante de UAGA que matiza que sin este colectivo no hubiera sido posible realizar las tareas del campo, especialmente en años de bonanza en otros sectores económicos. "Por eso, las empresas continúan realizando el grueso de las contrataciones entre estos trabajadores, que se realizan fundamentalmente en el país de origen", puntualiza.


Hombre, de entre 30 y 40 años, procedente de Rumania, Marruecos y Pakistán, es el perfil del temporero que llega a Aragón para trabajar en la campaña de fruta. "También se emplea a mujeres, pero estas ocupan los empleos que se generan en los almacenes de recepción y clasificación de la fruta", detalla Serrano


Trabajadores españoles


Siguen siendo minoría los trabajadores españoles que buscan una oportunidad laboral en la campaña frutícola aragonesa, aunque, como reconocen los sindicatos del sector, en los últimos años y debido a los negativos efectos de la crisis económica en el mercado laboral "ha habido un repunte de los temporeros nacionales". Es difícil concretar el porcentaje de mano de obra española, pero la técnico de UAGAasegura que "no será un cifra escándalo".


Pese a ello, según los datos de sindicatos y cooperativas, desde 2013 la contratación de españoles se ha disparado, especialmente en el Bajo Aragón y durante la recogida del melocotón, campaña en la que el número de trabajadores nacionales se llegó a equiparar con las contrataciones de temporeros extranjeros. La crisis y las elevadas cifras del paro, destacan las empresas frutícolas, explican este cambio de tendencia que, en localidades como Puigmoreno, llevó a personas altamente cualificadas, como licenciados universitarios, a buscar trabajo en la campaña del melocotón.


Las contrataciones de temporeros se realizan casi el día inmediatamente anterior a realizar la faena. Se tramitan en las organizaciones profesionales agrarias o en las cooperativas, pero para evitar duplicidades existen experiencias como la puesta en marcha en la zona productora de la comarca de Caspe, donde los distintos agentes sociales remiten toda la oferta y demanda laboral de la campaña al Inaem, que es quien realiza la selección, siempre con un compromiso de agilidad. Y todos ellos aconsejan: "Que nadie acuda a las localidades recolectoras sin un contrato de trabajo".