No les gusta que les llamen parados porque están muy activos. Los primeros participantes en las llamadas "lanzaderas de empleo» en Aragón quieren demostrar que la unión hace la fuerza también para salir de las listas del paro.

Estela Mompel, de 23 años, terminó el año pasado Psicología y no encontraba trabajo. En Facebook vio por primera vez este nuevo proyecto a nivel nacional. "Pensé que eran los típicos cursos», confiesa. Sin embargo, explica que a través de las sesiones con un orientador es el grupo de unos 20 desempleados el que planifica su futuro. "Funcionamos como una empresa, nos dividimos por departamentos», apunta Pilar Ripollés, la ‘coach’ que la guía en el grupo de Zaragoza. Reciben formación convencional como hacer currículums, aprender a buscar en internet o reforzar habilidades personales, pero también se encargan de la intermediación laboral. Jorge García, técnico superior en Salud Ambiental y Laboratorio de diagnóstico clínico, de 26 años, hace estos días visitas "a puerta fría» por las empresas de Calatayud. En ellas habla con los empresarios y les entrega trípticos de "Lanzayud, con los perfiles de sus compañeros y el lema "18 jóvenes imparables». Reconoce que "no es lo mismo que estar delante del ordenador en tu cuarto o haciendo cola en el Inaem».

La búsqueda en común les da también apoyo emocional. "Pueden recobrar la ilusión, tomar impulso y fuerza», explica

Ana Rubio, ‘coach’ del grupo de Calatayud. Además de mejorar las competencias profesionales, esta nueva forma de buscar trabajo mejora también la autoestima. "Después de tanto tiempo en el paro me había infravalorado», reconoce Nacho Bergua, oscense de 32 años, al que solo aprender a redactar su currículum basado en sus competencias ya le animó. Licenciado en Comunicación Audiovisual, vivió casi cuatro años en Irlanda y volvió en plena crisis. El envío "masivo» de currículums sin obtener respuesta fue lo que mas le frustró. Ha enlazado trabajos temporales de todo tipo y ahora es el ‘community manager’ de la lanzadera de Huesca.

Pese a esta gestión de los estados de ánimo, María de la Cal, psicóloga del equipo oscense, señala que "no es una terapia» sino "sesiones de trabajo». En ellas se aplica otra de las claves de la búsqueda de empleo, crear una red de contactos. "Cada uno pone al servicio de los demás su talento y su potencial», apunta.

En junio finalizarán estos tres grupos, tras cinco meses de trabajo, con la colaboración público-privada entre la Fundación Santa María la Real y Fundación Telefónica con el Inaem y el Ayuntamiento de Calatayud. Hasta ahora se ha insertado el 48%, aunque la media nacional al finalizar el plazo llega al 70%. Hay previstas otras tres lanzaderas tras el verano.