La Semana Santa de Calatayud estrena hoy una nueva talla

Es obra del imaginero sevillano Manuel Martín y ha sido encargada por una hermandad que se ha conformado en el colegio concertado de Santa Ana.

Junta de gobierno de la hermandad con el Cristo de la Caridad.
Junta de gobierno de la hermandad con el Cristo de la Caridad.
M. A. Arned

La Semana Santa bilbilitana cuenta este año con una nueva hermandad que procesionará con una imagen, obra del imaginero sevillano Manuel Martín Nieto. Hace unos días, en la basílica del Gran Poder de la capital hispalense, se presentaba el paso del Cristo de la Caridad encargado desde Calatayud. La hermandad y cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Caridad ‘Los Estudiantes’ se ha creado en el seno del colegio concertado de Santa Ana, y una delegación de 30 personas (padres, alumnos y profesores) recogió la talla que se llevaba trabajando hace un año en Sevilla. "Es una imagen hiperrealista, muy espectacular y esperamos que sea nuestro granito de arena para la cultura y el patrimonio de Calatayud", cuenta Juan José Ceamanos, profesor del centro e impulsor de la hermandad. Para decidir qué paso podría identificarles, se pensó en distintos artistas, "sobre todo andaluces porque era el estilo que nos gustaba", y se decantaron por el artista de Morón de la Frontera. Nuestro Padre Jesús de la Caridad es –como describe su creador– una escultura neobarroca tallada en madera de cedro real, a tamaño natural (1,85 metros) y con brazos articulados. En la policromía de la escultura se han empleado óleos.


"Cada escultura es un nuevo reto, empiezas de cero porque hay que pensar qué es lo que quieres expresar", explica Martín, que afirma buscar la emoción en cada uno de sus trabajos y que espera que este Nazareno, "con expresión dulce pero a la vez dolorosa", no deje indiferente a nadie.


La adquisición de este paso ha sido posible gracias a aportacioneslas realizadas por los 180 integrantes de esta nueva hermandad bilbilitana, donaciones de particulares y el apoyo municipal que ha entregado 1.200 euros. Afirma Ceamanos que estos gastos iniciales se justifican puesto que se va a contar con un paso de referencia para una hermandad, que después desarrollará una "labor cultural y social en la ciudad".