El tapiz de Roda de Isábena "vuelve por fin a su casa" 36 años después del robo de Érik el Belga

El paño, una joya del arte flamenco de principios del XVI, ya puede verse en la Sala 5 del Museo de Huesca.
La presidenta Luisa Fernanda Rudi se felicita de que la obra haya vuelto a Aragón "en tan fantástico estado".

La subdirectora del IPCE, Carmen Pérez de Andrés, explicó ayer a la presidenta Rudi los detalles de la restauración del tapiz.
La subdirectora del IPCE, Carmen Pérez de Andrés, explicó ayer a la presidenta Rudi los detalles de la restauración del tapiz.
Rafael Gobantes

"Una magnífica obra del patrimonio cultural aragonés que por fin vuelve a su casa". Así de exultante estaba ayer la nueva directora del Museo de Huesca, Laura Asín. Y es que su primer acto público coincidió con el histórico regreso al Alto Aragón del tapiz de Roda de Isábena, que lleva el título ‘De la Virgen y San Vicente’, 36 años después de que el conocido ladrón de obras de arte Érik el Belga lo sustrajera la noche del 6 al 7 de diciembre de 1979 de la antigua catedral rotense.


El paño, de 1,24 metros de alto por 2,68 de largo, fue elaborado en el primer cuarto de siglo XVI en los Países Bajos meridionales. Evoca un tríptico con la Virgen con el Niño en su regazo frente a San Vicente en el centro, y los obispos San Valero y San Ramón a los lados, aunque unos recientes estudios identifican a este último con San Erasmo.


Tras suspenderse el miércoles la presentación a la que iba a asistir el ministro de Educación, Cultura y Deporte debido al trágico accidente aéreo de los Alpes, el Museo de Huesca se vistió ayer de gala para este acontecimiento al que no acudió José Ignacio Wert. En representación del Ministerio estuvo Carmen Pérez de Andrés, subdirectora del Instituto de Patrimonio Cultural de España, quien destacó "por todo lo que nos cuenta sobre nuestra historia, nuestro arte, el expolio del patrimonio y la colaboración de las instituciones, este tapiz es una lección perfecta para sensibilizar al público de la importancia del patrimonio histórico".


Pérez de Andrés aludió a la "azarosa" historia de esta obra, cuyo rastro se perdió durante décadas hasta que a finales de 2010 la historiadora Carmen Berlabé, conservadora del Museo de Lérida, alertó de que formaba parte del catálogo de una feria de arte belga. Al final fue recuperada en Houston en 2012 gracias al trabajo de la Guardia Civil, cuyo máximo representante en la provincia de Huesca, el teniente coronel Vicente Reig, asistió ayer al acto. En la lista de agradecimientos, la subdirectora del IPCE destacó la ayuda del Gobierno de Estados Unidos "porque en todo momento ha facilitado la lucha contra la exportación ilícita del patrimonio".


Los visitantes del Museo de Huesca ya pudieron contemplar ayer este tapiz, que está expuesto en la Sala 5 con un nuevo soporte y un moderno sistema de iluminación dotado de control de intensidad y sensor de movimiento.

En buen estado de conservación

Carmen Pérez de Andrés explicó a las numerosas autoridades que acudieron al acto, con la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi a la cabeza, el trabajo de restauración llevado a cabo por los técnicos del IPE. En este sentido, destacó que pese a sus más de cuatro siglos de antigüedad, el tapiz llegó a España "en un estado de conservación bastante bueno porque no había roturas ni desperfectos graves". Por ello, los restauradores prácticamente se han limitado a realizar una limpieza por microaspiración "muy ligera", además de sujetar algunos hilos fragmentados y colocar un nuevo forro en el reverso.

No obstante, en los casi dos años en los que ha estado en manos del Instituto de Patrimonio Cultural, han podido realizar un estudio "casi nanométrico" del paño con los medios científicos más modernos "lo cual nos ha dado mucha información de la propia obra y de cómo se trabajaban en aquella época los tapices".

Según Carmen Pérez de Andrés, estos estudios han revelado que el tapiz fue tejido con un telar de alto lizo a base de hilos de lana y de seda. Además, se han hallado colorantes naturales de graza (rojo), índigo (azul), gualda (amarillo y verde) y bayas persas.

Rudi destaca la colaboración

Por su parte, la presidenta Rudi manifestó que "los aragoneses debemos de felicitarnos, y especialmente los altoaragoneses, de que casi 36 años después del desgraciado expolio que sufrió la catedral de Rosa haya regresado a tierras aragonesas en tan fantástico estado". Además, también valoró que la colaboración institucional "ha surtido efecto", recordando que los expertos de la DGA también trabajaron intensamente en su día para confirmar que se trataba del tapiz robado en Roda.


Por último, mostró su deseo de que esta joya artística sirva de "foco de atracción" para el museo, y agradeció la cesión por parte del Ministerio "porque según la legislación, el tapiz es patrimonio nacional al ser una obra expoliada y recuperada por el Gobierno, pero en cualquier caso su vuelta a Aragón era indiscutible y ese fue el compromiso que tuvo desde el primer momento el ministro".