Marquina

?"Eduardo Marquina hoy no tiene lectores, pero en su día fue un destacado poeta, novelista y dramaturgo especializado en dramas históricos, miembro de la Real Academia Española y periodista de postín".

Eduardo Marquina hoy no tiene lectores, pero en su día fue un destacado poeta, novelista y dramaturgo especializado en dramas históricos, miembro de la Real Academia Española y periodista de postín. Nació en Barcelona en 1879 y era hijo de aragonés y sobrino de aquel famoso bohemio zaragozano Pedro Marquina, autor de El arcediano de San Gil y otras obras de éxito, a quien Juan López Núñez dedicó unas emotivas páginas en su libro de 1929 ‘Románticos y bohemios’. Marquina murió en Nueva York en 1946 y dieciocho años más tarde se publicaron unas memorias de sus primeros años, ‘Días de infancia y adolescencia’, con prólogo de Pemán. En ellas hay unas cuantas páginas dedicadas a Zaragoza, pues aquí lo trajeron ya sus padres en 1885 para pasarlo por la Virgen. Lo que más me gusta del libro es el retrato que hace Marquina de la sirvienta de la casa, la Tita, una viejecita que en realidad se llamaba María Lucientes y era sobrina lejana de Francisco de Goya. Había nacido en Zaragoza poco después de los Sitios y estuvo toda la vida con la familia, siguiéndola hasta Barcelona cuando, arruinados el padre de Eduardo y sus tíos, se fueron hasta allí en busca de trabajo. Tita, o Mariquita como también la llamaban, nunca hizo buenas migas con el tío Pedro, el bohemio de los Marquina, y jamás hablaba de él. Pero era la historia misma de la familia y “el único testimonio viviente de la casa de mi padre, que había quedado vacía y deshecha en Zaragoza”. Sobre todo me llamó la atención de la Tita el que hubiera llegado a conocer a Agustina de Aragón y conversado con ella. Alguien como Marquina, que vivió hasta mitad del siglo XX, trató a quien habló con una heroína de los Sitios. Y es que estamos a dos pasos de todo, como ya demostró Marsé en ‘Un paseo por las estrellas’.