La Orquesta Reino de Aragón inicia la temporada con un repertorio romántico y una petición de apoyo

El primer concierto será hoy a las 21.00 en Huesca y el domingo, a las 11.30, en el Auditorio de Zaragoza.

El violinista Sergei Ostrovsky, en un momento del ensayo de ayer en Huesca
El violinista Sergei Ostrovsky, en un momento del ensayo de ayer en Huesca
Rafael Gobantes

La orquesta sinfónica Reino de Aragón empieza hoy la temporada de conciertos con un repertorio romántico que arranca con la obertura Egmont de Beethoven, seguirá con Chaikovski y terminará con la sinfonía ‘Nuevo Mundo’ de Dvorák. El programa se interpretará hoy bajo la batuta de Ricardo Casero y con el violinista Sergei Ostrovsky y otros 70 músicos, a las 21.00 en el Palacio de Congresos de Huesca (entre 14,25 y 19 euros), donde tiene su sede. El domingo actuará a las 11.30 en el Auditorio de Zaragoza (entre 7 y 12 euros), donde ya quedan pocas entradas. Después, viajará a Valencia.


‘De la vieja Europa a un Nuevo Mundo’ es la primera de las producciones que ofrecerá este año la única agrupación aragonesa de este tipo, que denuncia la falta de respaldo institucional. El director, Sergio Guarné, destacó que es un programa muy emotivo y popular porque quieren que el público "sienta que es su orquesta", ya que la mayoría de los músicos son aragoneses.


La siguiente producción será la ópera ‘La Traviata’, que se escuchará el 17 de abril en Huesca. Por último, llegará ‘El amor brujo’, con la cantaora de flamenco Argentina, nominada a los Grammy, que actuará con la orquesta el día 8 de mayo en Huesca y el 10 en Zaragoza. Será días antes de que la artista marche a EE. UU. para cantar con la Filarmónica de Los Ángeles y Gustavo Dudamel.


Sin embargo, creen que su esfuerzo no se ve reconocido con ayudas a pesar de que llevan por el mundo la ‘marca Aragón’. "La comunidad invierte 20 millones en formación en conservatorios y no tiene ni un euro para apoyar a una orquesta sinfónica profesional; y eso no es lógico", denunció Guarné. "Huesca y Aragón necesitan que el proyecto se mantenga. Si hacemos un concierto al año, esto no va a crear hábito en el público", opinó Casero. "La orquesta no nace para quedarse aquí, es un primer paso, porque si no, lamentablemente, va a tener fin", alerta Guarné.