​"Los delincuentes menores jamás quedan desatendidos"

Aragón tiene un sistema pionero de control, que ha sido copiado por otras Comunidades, como la catalana, y que busca "dar respuestas al conflicto desde la participación de las partes implicadas.

La corta edad del agresor de Barcelona lo convierte en inimputable: solo los mayores de 14 años son juzgados mediante la Ley del Menor. "Incluso con más de 14 rara vez delinquen de manera individual, excepto hechos aislados. Suelen cometer actos de daños, lesiones, queman contenedores, destrozan un coche sus retrovisores..., generalmente con chicos que no ha cumplido los 14 o alguno que ya los ha cumplido. Esas cosas no quedan olvidadas, en Aragón se trabaja con los chavales y su entorno, con su familias si están estructuradas; en otras Comunidades se comprometen con las familias para que controlen al chaval, no se deja a nadie sin seguimiento", destaca la abogada Carmina Mayor, especialista en menores.


El de Aragón es un sistema pionero, que ha sido copiado por otras Comunidades, como la catalana, y que busca "dar respuestas al conflicto desde la participación de las partes implicadas, con la colaboración de un educador mediador que va a posibilitar que el menor reconozca qué cosas ha hecho mal, sea capaz de pedir disculpas a la víctima, reparar el daño... También escucha en voz de la víctima los perjuicios que le han causado sus hechos. El menor es así protagonista de su proceso educativo para cambiar su conducta. La víctima puede participar proponiendo acuerdos y haciendo explicito su malestar, recibiendo respuestas, y todo ello con el apoyo de un educador social que permite que en el proceso se respete a los participantes", destaca el jefe del Servicio de Prevención y Protección del Menor del Gobierno aragonés, Javier Ferrer. Para ello, el IASS cuenta con el Equipo educativo para Menores de Catorce (EMCA); si es la familia el foco problemático, puede asumir la tutela el IASS. Si es el menor quien arrastra los problemas, se le ayuda a través de la terapia psicológica o de salud mental desde los servicios de psiquiatría del Hospital Clínico de Zaragoza.


Pedro Ruiz es el jefe de la unidad, y destaca la coordinación constante con el IASS y la Fiscalía de Menores. "Se establecen reuniones y se busca el recurso terapéutico más adecuado, educador familiar, centro terapéutico (generalmente fuera de nuestra Comunidad)", señala. Según Ruiz "la psicosis es poco frecuente, menos del 0,5% de prevalencia en estas edades, y con muy raros actos violentos, porque esos actos son en personas sin patología mental grave". En ese caso se realizarían tratamientos prolongados en el tiempo. "Orientadores y educadores juegan un papel fundamental en la detección, aunque en muchas ocasiones resulta difícil por lo inespecífico de los síntomas".