Cuando el debate entra en área protegida

Algunas voces piden desde hace tiempo rebajar la edad penal, que en España está en los 14 años. El Gobierno no contempla la reforma de la ley e insiste en la necesidad de trabajar en el entorno violento que rodea a los jóvenes.

El horror. Es el caso más terrorífico. Jon Venables y Robert Thomson, de 10 años, se llevaron a James Bulger de 2 del centro comercial de Liverpool en el que estaba con su madre y le sometieron a todo tipo de atrocidades hasta matarlo, en 1993.
Cuando el debate entra en área protegida
Heraldo

El asesinato de un profesor a manos de un alumno de 13 años en el Instituto Joan Fuster en Barcelona reabre el debate sobre la conveniencia o no de reformar la Ley de Responsabilidad Penal de los Menores, que establece como inimputables a quienes tienen menos de 14 años. Según la ley, el menor de 13 que acabó con la vida del profesor suplente de Sociales no sería responsable de este delito. La legislación indica que las medidas que deben adoptarse en estos casos deben orientarse al ámbito educativo y familiar. El alumno no podrá ser privado de libertad y se someterá a un trabajo de reeducación; el protocolo consiste en hacerle un seguimiento con el trabajo de profesionales educativos y psicólogos.


Carmina Mayor, abogada especializada en menores, es partidaria de ahondar en esa línea de trabajo que tan buenos resultados da en Aragón con el grupo mediador Medio Abierto del Instituto Aragonés de Asuntos Sociales (IASS), pionero en España. Cree que "la ley está bien la ley como está y pide no hacer modificaciones en caliente, porque "es contraproducente y no conduce a nada. Se habla de bajar la edad a 12 o 13 años, pero si algún día sucede algo con un crío de 9 también lo pedirán". "Yo entiendo que a los padres de una víctima siempre les parecerán poco las penas que impone la ley, porque para un menor de 14 años son 8 años de internamiento, y si tiene 18, son 20 años".


El debate sobre la modificación de la normativa penal sobre el menor aparece de manera reiterada desde hace tiempo y se reaviva con casos como el de Sandra Palo, la joven de 22 años con una minusvalía psíquica, que en 2003 fue violada, atropellada y quemada viva por tres menores y un joven de 18 años en Madrid. Alos menores se les impuso penas de entre 4 y 8 años de internamiento y 3 y 5 de libertad vigilada. Hace tiempo que están en la calle, pero lejos de haberse reinsertado siguen persistiendo en el delito. Y también con el del crimen de Marta del Castillo, por el que ‘el Cuco’, menor cuando sucedieron los hechos, uno de los que la violaron y encubrieron su asesinato, está en libertad tras pasar tres años en un centro de internamiento.


El Gobierno ya ha indicado que no tiene sobre la mesa la reforma de la Ley de Responsabilidad del Menor, y lo que plantea es la necesidad de estudiar el entorno violento que rodea a los jóvenes. Recuerda que ha trasladado al Parlamento la ley de protección de la infancia, que aborda la situación que tienen los menores con problemas en los centros y su recuperación; e incide en la necesidad de trabajar mucho con el entorno del menor que es el que más puede ayudar a estabilizar y a evitar, como indica Carmina Mayor, "que acabe en el juzgado de Menores o el de instrucción después". Porque se entiende que el menor puede ser reeducado y reconducido.


Otras legislaciones


La edad de responsabilidad penal, a partir de la cual un menor puede ser considerado responsable de sus actos, y por lo tanto condenable a sanciones penales, varía en los países europeos. El caso de España es muy similar al de Italia o Alemania, donde un menor de 14 años es inimputable. En Francia, está fijada a partir de 13 –diferencia también entre menores de 10 y entre 10 y 13, y en ambos casos conllevan medidas y sanciones educativas, nunca penales–. Inglaterra y Gales tienen una de las edades más bajas: a partir de 10 puede ser declarado responsable de un delito. En Holanda y Bélgica, a partir de los 12, mientras que en Grecia, entre 8 y 13 son inimputables y solo pueden ser objeto de medidas educativas o terapéuticas por cometer actos que serían delitos penales para un mayor de edad. En Estados Unidos, la edad mínima se establece por estados, y en 33 no hay una edad mínima lo que permite a cualquier niño ser condenado a penas criminales sea cual sea su edad. Entre los que sí la fijan, Carolina del Norte tiene la más baja, 7 años, y Wisconsin la más alta, 10.