Fármacos en su justa medida

Los expertos dicen que los fármacos son necesarios y curan, pero insisten en que se respeten las dosis marcadas por los especialistas. Cualquier sobremedicación de principios tan usados como el paracetamol, el ibuprofeno o los protectores de estómago tienen efectos adversos.

Los expertos aconsejan no abusar del ibuprofeno y tomar solo las dosis necesarias.
Los expertos aconsejan no abusar del ibuprofeno y tomar solo las dosis necesarias.
ángel díaz/EFE

Lo primero que debe hacer la medicina es no hacer daño y muchos medicamentos pueden hacerlo". Hipócrates ya alertaba en su día de las consecuencias que pueden entrañar para la salud algunos fármacos. Sin olvidar que son necesarios y que en su justa medida curan, las autoridades sanitarias advierten de los efectos negativos que puede entrañar una sobremedicación de determinados compuestos. Según algunos estudios sobre los efectos de los medicamentos, un 3,6% de los ingresos hospitalarios están relacionados con algún "evento adverso" de los fármacos y nueve de cada mil consultas en Atención Primaria estarían provocadas también por este motivo.


Hace unos días, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) llamaba la atención sobre el riesgo cardiaco y vascular del ibuprofeno en dosis altas. Un fármaco que en cantidades normales (1.200 miligramos al día) no presenta problemas, pero los expertos aconsejan no dar 2.400 mg o más en personas con patología circulatoria o insuficiencia cardiaca. Sin embargo, algunos facultativos tienen claro que este no es el único caso en el que si el paciente no respeta las dosis pautadas, puede acarrearle consecuencias, incluso graves, en el organismo.


Todos los medicamentos pasan los ensayos y exámenes previos que garantizan su comercialización. De hecho, muchos fármacos son descartados antes de llegar al mercado porque sus resultados no son los esperados. Por ello, los expertos insisten en que su misión es curar, pero "sin olvidar lo que ya en su día decía Paracelso (médico suizo): ‘Los medicamentos son veneno, pero su efecto depende de las dosis’", recuerda Julián Mozota, responsable de la Estrategia de Seguridad del Paciente en Aragón y coordinador de Calidad del hospital Clínico.


Mozota explica que, en ocasiones, se toman medicamentos comunes y al alcance de todos sin darse cuenta de que hay que respetar unas dosis. Por ejemplo, el utilizado y recurrente paracetamol para aliviar los dolores, puede desencadenar en una lesión hepática grave si se ingiere demasiada cantidad de manera puntual o de forma continuada sin control. Normalmente, la dosis máxima aconsejada es de 2 o 3 gramos al día y solo debe ser superada por consejo médico. Tampoco hay que olvidar, apunta este médico, las hemorragias digestivas o la insuficiencia renal que puede provocar un abuso del ácido acetilsalicílico (la común aspirina) o la anemia por déficit de vitamina B12 que puede provocar un uso prolongado o descontrolado de los protectores gástricos (tipo omeprazol).


El experto en seguridad del paciente recuerda que hay además medicamentos de alto riesgo, en los que modificar sus dosis (incluso en una ocasión) puede provocar problemas graves. Por ejemplo, algunos fármacos que se administran vía intravenosa, los antidiabéticos o la quimioterapia. "Por eso, antes de administrar estos últimos se tienen que hacer controles analíticos para saber cómo se encuentran las defensas...", señala Mozota, que también recuerda el caso de la digoxina, que se usa para tratar las arritmias o insuficiencias cardiacas. "Tienen un margen terapéutico estrecho. En dosis altas incluso puede provocar una parada cardiaca", añade.


Lejos de alarmar, los facultativos aconsejan que los ciudadanos faciliten con detalle toda la información necesaria sobre su historial, los fármacos que toman y sus síntomas para que el médico pueda pautar la dosis precisa para su recuperación. No obstante, Mozota también reconoce que, en ocasiones, aunque el paciente respete la cantidad marcada se producen interacciones con la alimentación. Este es el caso de los anticoagulantes (el famoso sintrom) que tienen un efecto menor cuando se consumen durante varios días seguidos vegetales de hoja verde (espinacas, por ejemplo).


El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, Ramón Jordán, hace hincapié en que es importante respetar la prescripción médica o recomendación farmacéutica de los principios activos. Recuerda que en otros países el ibuprofeno salió de la cadena farmacéutica hace algún tiempo y ha tenido que volver a ella al comprobarse que ha aumentado su sobremedicación y las falsificaciones de estos fármacos.


Jordán, asimismo, admite que los españoles suelen tomar cantidades más elevadas de algunos medicamentos como antiinflamatorios o paracetamol a diferencia de otros países europeos. "Habitualmente utilizan los envases de 400 mg y dejar los de 600 para los casos más especiales. Algo que no pasa en España", precisa el representante del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, que explica que en España teóricamente la venta del ibuprofeno es libre hasta los 400 mg, pero tiene que estar pautada por un médico o especialista a partir de esa dosis.