Hay una escuela activa en la que las maestras y maestros abandonan temporalmente los caminos preestablecidos y se lanzan al desbroce de territorios vírgenes, inexplorados, para estimular la observación, el pensamiento divergente, la formulación de hipótesis, la construcción de modelos, la reflexión..., para llegar al pensamiento científico.

Las maestras que trabajan en Infantil (4 años) en el CEIP Miguel Servet de Fraga, nos explican algunas de las experiencias que están llevando a cabo, partiendo de la presencia en el aula de padres o madres que acuden de vez en cuando a explicar sus trabajos o aficiones. Desde luego, quien elige hablar de su afición ofrece un plus de motivación ya que las aficiones son aquellas actividades que una persona suele realizar apasionadamente y, a la hora de contarlas, suelen poner de su parte un gran caudal de energía que llega al alumnado con más intensidad. Padres y madres sorprenden, cuando vienen, con propuestas que los dejan asombrados. Una madre que vino a hablar de un taller mecánico, trajo cartones y construyó un coche grande para cada niño y cada niña, con un carné especial, individual y plastificado "válido solamente para conducir coches de cartón"; un padre, que acudió a hablar de su afición a la música, vino con su batería, les hizo una clase de ritmos y percusión y les regaló a cada uno, un cajón flamenco y dos baquetas para poder practicar... Y lo mismo con el padre bombero, la madre que trabaja en una clínica dental, el que prepara una clase de psicomotricidad porque es profesor de educación física o la madre árabe que hace un pan exquisito…

Concertada la visita y el tema, antes y después, los chavales se hacen preguntas y plantean hipótesis, proponen modelos en tres dimensiones para explicarlas y luego, tratan de dibujar esos modelos o intentan exponer sus ideas sobré cómo funciona un mecanismo determinado y lo explican a los demás, buscando estrategias para que aquello que tienen en la cabeza sea entendido por sus compañeros y compañeras, salvando algunas dificultades como el hecho de que algunos niños y niñas no se manejen todavía con soltura con el lenguaje… realizando un esfuerzo de observar, pensar, imaginar, construir, explicar…

Hace tiempo que en muchas aulas de nuestros colegios se trabaja con sentido y se abren líneas innovadoras de trabajo que no son suficientemente valoradas ni conocidas, pero que están llenas de sentido común y de valor pedagógico; y aquí tenemos un ejemplo.