Cómo afrontar un examen

nfamilia, las procesiones de Semana Santa, los días de playa, montaña, en el pueblo o en la ciudad. Ahora, después de este merecido descanso, toca volver a clase con las pilas cargadas y afrontar la recta final del curso. Y si hablamos de recta final, en esta nueva entrega de técnicas de estudio, no podemos pasar por alto los temidos exámenes. Esas pruebas de fuego que medirán los conocimientos adquiridos en los últimos meses, en el último curso. De ellos, depende obtener o no una nota en concreto, aprobar o suspender una asignatura, pasar de curso, acceder a la Universidad… Y es que, aunque se mide el comportamiento, los resultados y todo lo que hemos realizado durante el curso escolar, nuestra actitud y acciones, a estas alturas, serán determinantes.

Los exámenes, las pruebas finales están pensadas para medir hasta qué punto se ha estudiado y se domina una materia. Por tanto, para superarlos con éxito hay que dominar todo el contenido. Algo muy similar a lo que sucede cuando nos presentamos, por ejemplo, a una competición de triatlón. En este caso, iniciaremos la preparación con un mes, dos, tres o el tiempo que consideremos necesario. Y nos entrenaremos para las tres modalidades –natación, ciclismo y carrera–, porque si fallamos en una de ellas, no podremos ganar o, por lo menos, finalizar la prueba. Debes preparar los exámenes con las mismas ganas, ilusión y motivación que se prepara una competición de este tipo. La preparación de aquellas materias que no has superado en el primer o segundo trimestre, o de las que quieres subir nota, si no la has iniciado, la debes empezar ya mismo. El trabajo debería haber sido regular durante todo el curso, para realizar el esprín final en estos últimos días o en el último mes. El objetivo es que el esfuerzo realizado culmine con éxito y buenos resultados.

Tan importante y decisiva es la preparación del examen como la propia prueba. Por eso, vamos a hacer un repaso de algunos consejos que te pueden ayudar de cara a los próximos exámenes.

Algunos consejos muy útiles.

-Cuando te enfrentas al momento de la verdad, a la propia prueba, es muy importante controlar los nervios y centrarse en lo que se está haciendo. Escucha con mucha atención las instrucciones del profesor y lee detenidamente las indicaciones y preguntas del ejercicio.

-Antes de empezar a escribir, elige la pregunta que más fácil te resulte o la que más puntúe y, si tienes posibilidad, anota en una hoja en sucio los conceptos o el orden de tu respuesta, y a continuación empieza a desarrollarla.

-Trata de terminar el examen 5 o 10 minutos antes de su finalización para que puedas darle un último repaso.

-No tengas prisa por entregarlo y revísalo a conciencia porque puedes haber cometido algún pequeño error sin darte cuenta, y este repaso puede servir para remediarlo. Por ejemplo, en un examen de matemáticas, olvidar una coma o un cero puede cambiar por completo el resultado del ejercicio.

-Una vez finalizado el examen, el profesor evaluará tu capacidad para entender el tema del curso o de realizar ciertas tareas. Si has cumplido con tu deber, no cabe duda de que los resultados serán excepcionales, y que recogerás los frutos del trabajo, el esfuerzo y la preparación previa. ¡Ánimo y a por todas!