Historias de amor y de dureza

Libros del Asteroide publica 'Vente a casa', libro de relatos del barcelonés Jordi Nopca.

Portada de 'Vente a casa'.
Portada de 'Vente a casa'.
Libros del asteroide

Qué pasaría si en pleno siglo XXI Robin Hood irrumpiera de nuevo en escena, y qué pasaría si no lo hiciera para devolver el dinero que los ricos roban a los pobres sino para llevar cada tarde un vaso de chocolate caliente a una bella ‘Miriam’ atrapada en una tienda de ropa y regalos en un renombrado centro comercial de la cosmopolita Barcelona. Pues pasaría que ustedes, tal y como he hecho yo, estarían sentados frente a las páginas del luminoso libro de relatos de Jordi Nopca (Barcelona, 1983) ‘Vente a casa’; el libro lo escribió en catalán y él mismo lo tradujo al castellano. Si no lo han hecho ya, sentarse frente a sus páginas, no duden en hacerlo porque sostendrán entre más manos un triunvirato de frescura inteligente, audacia literaria y firmes homenajes.


Enfrentarse a un puñado de cuentos no es siempre tarea fácil. Los libros de cuentos suelen asustar porque teme quien lee que va a encontrar un rosario historias a medias o una fallida novela cuyo autor no tuvo constancia y se cansó a medio camino de escribir. Sin embargo, este libro de relatos tiene todos los finales en su justo lugar, nada sobra y nada falta. Y no quiero decir con esto que nos encontremos ante un libro perfecto, nada más lejos de la realidad, pero es esa imperfección la que alimenta de verdad cada historia. Hay mucho amor, y también mucho desamor, hay mucha realidad y mucha ensoñación. Cabe Robin Hood, como en el relato ‘Vente a casa’, pero también esos sparrings en que la crisis ha convertido a tantos cuerpos en tantas ciudades del mundo. Ya no es Marsé quien cuenta la miseria que zarandea Barcelona, ya no huelen las calles del libro de Nopca como olían las calles por la que paseaba Pijoaparte, pero el confeti sigue quedándose adherido a las calles mojadas como entonces. Está claro que Nopca no es Marsé, pero estoy segura de que Juan estará orgulloso de él.


‘Vente a casa’ es un libro a ratos histriónico, como así lo demuestra el relato ‘Un hombre con futuro’, una historia enrevesada y caótica que sin lugar a dudas recuerda al delirante cine de Alex de La Iglesia. Pero a ratos es un libro cuya carne se entremezcla tan bien con la de la realidad que el sillón sobre el que estamos sentados leyendo se convierte en un duro hogar o en un hombre desesperado que se refugia en la bebida como si esta no fuera un barco condenado siempre al naufragio. Hay historias duras como ‘Ángels Quintana y Félix Palme tiene problemas’ e historias que con urgencia le piden al lector una aceleración inminente de su inteligencia como es el caso de ‘Navaja suiza’, un firme y brillante homenaje a Stephen King.


Y cómo no, también hay espacio para hermosas historias de amor pseudo adolescentes con trama casi felliniana como ‘Cine de autor’. Ay, Nopca, quéorgulloso estaría Bukovski de ese intercambio de silenciosas emociones amorosas en los baños de un cine después de ver un film de culto del prolífico Johnnie To.


Como ven, ‘Vente a casa’ del joven Jordi Nopca es un libro ecléctico e imprevisible, un enjambre en el que las avispas no son animales adormecidos por el humo. Cómprenlo y conviértanse en dianas humanas, su carne no se arrepentirá, tampoco lo hará su corazón.