Máxima presión para el Madrid

Ancelotti exige más sacrificio para levantar un equipo "tocado". El técnico cambia de alineación "sin señalar a nadie" y de sistema.

Cinco días después de rozar el ridículo y una eliminación histórica en la Champions, de la bronca del Bernabéu a un equipo derrotado y sin actitud, y de que Florentino Pérez reclamase públicamente la unidad y el apoyo de una afición confundida por la prensa, el Real Madrid se somete hoy a un plebiscito en el coliseo blanco, donde el Levante intentará aprovecharse de la confusión, las dudas y los nervios que atenazan al campeón de Europa. Sin embargo, con el Madrid obligado ya a reaccionar y a levantarse después de tres partidos sin conocer la victoria y de haber entrado en una dinámica negativa y de "autodestrucción", culpa de los medios de comunicación, según su presidente, el Levante teme pagar los platos rotos en el Bernabéu, donde Carlo Ancelotti cambiará de alineación y de sistema, aunque, sin Casillas, volverán a jugar los cuatro "innegociables": Isco, Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo.


"Voy a hacer una alineación para ganar, no para señalar a nadie. Tengo confianza en todos los jugadores", aseguró ayer Ancelotti, que recupera cinco semanas después a Sergio Ramos, máximo representante del carácter que ahora tanto echa en falta el madridismo. También podrá contar ya con Modric desde el principio, lo que supone dar descanso al agotado Kroos, y apostará en la portería por Keylor Navas, con lo que Casillas, que el martes falló en tres de los cuatro goles del Schalke y no deja de escuchar pitos del Bernabéu, tiene garantizada la titularidad en el clásico del Camp Nou. "Keylor Navas trabaja muy bien, con seriedad, y si va a jugar es porque quiero dar minutos a un jugador que se entrena bien y tenemos confianza en que va a hacer lo mejor", comentó el técnico italiano sobre el portero costarricense.


Durante el partido trampa contra el Levante, el Real Madrid debe cambiar los pitos por los aplausos con una imagen muy diferente a la de los últimos encuentros y, si es posible, también con buen fútbol, con una presumible modificación de sistema, del ahora criticado 4-3-3 al más sólido y equilibrado 4-4-2, con el que se refuerza el centro del campo.


"Debemos tener más esfuerzo. Lo que necesito de los jugadores es que trabajen juntos, se sacrifiquen y hagan lo mejor para el Real Madrid", admitió Ancelotti, que coincide con Florentino en que "las lesiones han afectado demasiado" al conjunto, que la pasada semana dejó de ser líder de y debe ganar al Levante para llegar al Camp Nou a un punto del Barça.


"El mal momento nos ha afectado y es normal que el grupo esté tocado. Eso no significa, sin embargo, que vayamos a bajar los brazos. Veo a un equipo con ganas de resolver los problemas que hemos tenido", aseguró Ancelotti, orgulloso de tener el respaldo del vestuario y también de que Florentino Pérez le ratificase "pase lo que pase" en el clásico del domingo, aunque el presidente no garantizó su continuidad del entrenador la próxima temporada.