Aguirre

Melero recuerda a José María Aguirre, uno de nuestros más despejados cerebros", como lo llamó Manuel Pinillos, cuando se cumplen 50 años de su traducción de ‘La tierra baldía’ de T. S. Eliot.

A José María Aguirre (1924-2004), profesor y poeta zaragozano, "uno de nuestros más despejados cerebros", como lo llamó Manuel Pinillos, que fue lector en Cambridge y Aberdeen y a partir de los años 80 catedrático en Cardiff, apenas se le recuerda por un artículo que publicó en la revista ‘Índice’, en septiembre de 1952, en el que afirmaba que la cultura en Zaragoza estaba "al nivel del bordillo de las aceras". Es un raro y olvidado, pese a que fundó en nuestra ciudad dos revistas de poesía legendarias como fueron ‘Almenara’ (1950-1952) y ‘Ansí’ (1952-1955) y publicó dos libros de poemas: ‘Londres (Ensayo sobre un cierto tiempo)’, que apareció en la colección Puyal en 1980, y ‘Libro de meditaciones’, editado 10 años más tarde por la IFC. También dio a las prensas una ‘Antología de la Poesía Española Contemporánea’, en cuyo 2º tomo, de 1972, incluyó a tres aragoneses: Ildefonso- Manuel Gil, Miguel Labordeta y Manuel Pinillos, y algunos ensayos, entre ellos uno magnífico sobre la ‘Celestina’: ‘Calisto y Melibea, amantes cortesanos’, que vio la luz en 1962, en la colección de ensayos ‘Almenara’. Me he acordado de Aguirre estos días porque se cumplen ahora 50 años de su traducción de ‘La tierra baldía’ de T. S. Eliot, que él mismo mandó imprimir en Zaragoza, en una modesta edición de autor, en 1965. Aquí siempre hubo, como se ve, partisanos de la cultura que resistían heroicamente, y Aguirre fue uno de sus indomables cabecillas. Mi ejemplar fue el de Manuel Derqui y lleva una dedicatoria autógrafa que no me resisto a transcribir: "Para Manuel Derqui, tan amigo él de Santiagué Joyce, este librico de otro amigo de Joyce y suyo de él que lo es". "Abril es el más cruel de los meses", comienza el poema de Eliot. Ojalá nos lo desmienta este abril recién llegado.