Hoy se calibrará la crecida del BM Aragón en el templo del Olímpico de Granollers (20.30). Han cambiado mucho las cosas desde que el Granollers sacó de la pista al BM Aragón el 10 de octubre en el pabellón Siglo XXI (15-23). Ese equipito tierno sostenido exclusivamente por el descaro de los juniors Álvaro del Valle y Javier Ariño ha mejorado de forma exponencial. No es que Eduardo Acón haya firmado a los tres mejores jugadores que quedaban en el mercado. Es más: ha sido capaz de que se vuelvan a calzar las zapatillas tres leyendas del balonmano español.

Primero firmó el guardameta Julio Rodríguez, probablemente el mejor portero de Asobal en estos momentos (siempre excepción hecha del Barça). Después regresó Demetrio Lozano, sin ninguna duda el mejor brazo de la Asobal (siempre excepción hecha del Barça, insisto). Y puso la guinda con Álvaro Ferrer, de lo mejorcito como central de la Asobal (ahora incluyendo al Barça y todo). Tres jugadores de lujo. Y además comprometidos. E ilusionados. Por eso, el trío legendario ha catalizado al resto. Alberto Val es otro pivote desde que se alimenta con las asistencias de Álvaro Ferrer. Tres más uno: cuatro. Y más los dos juniors de etiqueta (Del Valle y Ariño): seis. Camas, Millán y hasta Tuquet a mano cambiada cumplen en el rincón de los zurdos: ya tenemos un siete titular para presumir en la Asobal. Agreguen a Amadeo para mover cuando la pelota quema. A Castro. A Sergio. En el deporte no hay premios ni castigos: hay consecuencias. Por eso el Aragón ha sumado en solo cinco jornadas tantos puntos como en toda la primera vuelta. Por eso acaricia la salvación.

Progresión

Hay que glosar el contundente enunciado anterior. En lo que llevamos de segunda vuelta, el Aragón ha sacado de la pista al Zamora en Zamora, y al Guadalajara en Zaragoza. Además, le ganó con todas de la ley al Aranda en Zaragoza. Solo perdió ante el todopoderoso Barça después de ser el único equipo junto al Benidorm que le ha plantado cara en la primera parte. La otra derrota, la sufrida en Gijón, se espera que no tenga que ser recordada al final del curso. Fue el partido que con más claridad gobernaba al Aragón, para romperse en el mismo instante en que le rompieron la cara con un balonazo a Julio Rodríguez. Con estas premisas, transportado por esta inercia favorable, el Aragón persigue estirar su buena racha hoy con un triunfo en Granollers.

La progresión del BM Aragón será contrastada por el BM Granollers. Equipo de escuela, el vallesano. Chavales que juegan de cine. Al central Álvaro Ruiz le quedan cuatro días en España para emigrar a Francia, que allí sí hay tela marinera. Juan del Arco, Adriá Figueras, Adriá Pérez, Ferrán Solé ya han dejado de ser niños y son hombres. El serbio Pejanovic y el sueco Grundsten apuntalan el bloque, ofreciendo solidez en posiciones básicas en el balonmano como la portería y el pivote. Un equipo muy bien construido. Eso sí, puede llegar cansado a la cita de hoy. Además de tercero en la Liga Asobal, el BM Granollers lucha por meterse en la series finales de la Copa EHF. El domingo perdieron por un gol en Constanza (Rumanía). El sábado se juegan la clasificación en casa ante el Holstebro danés. Entre una y otra fecha llega el BM Aragón a Granollers dispuesto a estirar su buena racha. A dos minutos de la casa de Álvaro Ferrer. A dos puntos de una salvación por la que está luchando a muerte el BM Aragón.