Popovic: “No me gusta nada que se hable del ascenso”

"No me gusta nada que se hable del ascenso. Ya estoy harto de esta semana. Estoy tratando de que este ambiente no afecte a la plantilla. Queda aún casi media temporada y, en algunos lugares, se está hablando como si ya hubiésemos subido". Ranko Popovic quisó centrar el foco de su comparecencia de ayer ante la prensa aragonesa en rebajar el tono de cierta euforia que ha generado en el entorno del equipo la sobresaliente racha de los últimos cinco partidos, donde se han sumado 13 puntos de 15 y no se ha encajado un solo gol.

"Yo no quiero en este momento ningún despiste. No quiero perder ni un momento de concentración, algo que necesitamos ahora más que nunca. No hemos hecho aún nada. Estamos en el buen camino, pero si empezamos a pensar en ascensos y cosas así, nos vamos a confundir", prosiguió en su afán por no dejar la puerta abierta a ninguna relajación dentro de su vestuario. Según el librillo de Popovic, el método correcto a seguir es "jugar cada partido con la intención de ganarlo, sin pensar más allá ni hacer cálculos que nos quedan aún muy lejos".Vitoria, un campo exigente

El técnico zaragocista ha preparado un partido de alta tensión futbolística frente a un intenso Alavés. Popovic no quiere que sus jugadores se engañen por ver a los vitorianos ubicados en la 13ª posición en la tabla, con solo 29 puntos. "Ellos son un equipo bueno, bien organizado. Son muy competitivos, compactos. No son de dar mucho espectáculo, pero hacen cosas muy bien. No va a ser fácil ganarles", comenzó destacando.

Eso sí, el serbio remarcó que, de ninguna manera, el Real Zaragoza va a modificar su filosofía de juego y, como a él le gusta, seguirá apostando por imponer su propia personalidad. "Nosotros no vamos a cambiar nuestro estilo porque a las características del rival sean de lucha y pelea. Vamos a Vitoria a jugar a fútbol. El objetivo será traer el partido hacia nuestras ideas y alejarlo de lo que ellos van a proponer", dijo.

Ranko Popovic sabe que la plantilla tiene un reto pendiente desde el domingo en la Nova Creu Alta, una asignatura por volver a aprobar mañana en Mendizorroza. "Después de lo ocurrido en Sabadell, donde el equipo no jugó tan bien como en los días anteriores, creo que estamos preparados para volver a ofrecer un buen partido, un choque del nivel que somos capaces de dar", prometió.

El preparador zaragocista no quiso dar importancia al posible mal estado –un día más– del terreno de juego a causa de las lluvias y las recientes nevadas. "Si llueve, hay barro o el campo está mal, nosotros no podemos hacer nada. Yo les digo a los jugadores que solo vamos a invertir tiempo en aquello en lo que podamos influir, y eso no está en nuestras manos. Yo considero que, con adaptación, se puede jugar al fútbol en todas las condiciones. Es cuestión de mentalización", retó a sus pupilos.Jugar bien fuera, reto pendiente

Pese a que, la semana pasada, el Zaragoza logró su primera victoria a domicilio con Popovic (0-1 en Pamplona), el entrenador admitió ayer que el rendimiento del equipo cuando sale de La Romareda no alcanza el nivel que él quiere y le exige a sus jugadores.

"Fuera de casa pasan algunas cosas que no voy a decir públicamente y que no hacemos bien. Pero los jugadores las saben. El equipo está hecho de una manera y no puedo cambiar las cosas en poco tiempo. Estoy tratando de modificar hábitos y vicios que no nos vienen bien", indicó Ranko con intención.

"Soy como un papagayo, repitiendo todos los días esas cosas que no hacemos correctamente fuera de casa. Mi aspiración es que el equipo juegue igual en casa que como visitante. No debe haber diferencia", apuntó. Popovic considera que varios jugadores deben convencerse aún de la exigencia del Real Zaragoza en esta categoría. "Algunos, el año pasado jugaron por el descenso con sus equipos. Este año, la ambición es otra distinta", concluyó.