El Barça, lanzado pero precavido

Luis Enrique avisa que el pulso ante el Levante "es un partido trampa", pero presume "del mejor ataque posicional del mundo".

Tras más de 40 días viviendo emociones fuertes en una especie de montaña rusa competitiva con final feliz por las 10 victorias consecutivas entre las cinco de Liga y cinco de Copa, el Barcelona corre el peligro de tomarse un respiro. Tres triunfos ante el Atlético de Madrid, dos frente al Villarreal, uno en San Mamés, otro en Riazor y tres más contra el Elche han colocado al equipo azulgrana muy cerca del Real Madrid en la Liga y a un paso de una final de Copa que todavía hay que cerrar el próximo 4 de marzo en El Madrigal.


Además, queda poco más de una semana para que el Manchester City visite el Camp Nou, el 24 de febrero, en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones. Entre ese pasado reciente tan exigente tras el KO de Anoeta y ese futuro europeo tan atractivo se cuela el Levante como el que no quiere la cosa. Y Luis Enrique, que tiene olfato para detectar estas cosas y experiencia como jugador, ha detectado ese ligero e incontrolable bajón en la intensidad, que nada tiene que ver con la relajación meditada. El Barça afronta dos partidos seguidos en casa, ante Levante y Málaga, sin competición entre semana. Y no quiere fallar para seguir la estela del

Real Madrid


"Es un partido trampa, sin ninguna duda. No me fío de los equipos que llegan en situación comprometida como el Levante, que lucha por evitar el descenso. Todos los partidos requieren de la máxima intensidad desde el minuto uno. El fútbol es el único deporte en el que un equipo que sale a defenderse los 90 minutos puede ganar un partido en una contra aislada", avisó Luis Enrique, que intuye un Levante muy encerrado en su párcela: "Aunque llegamos en un buen momento, nos va a costar seguro, porque siempre es difícil enfrentarse a un equipo que se encierra atrás, con conceptos defensivos muy claros, jugadores muy físicos y un juego a balón parado muy trabajado para hacer daño en sus pocas ocasiones. Es un reto y esperamos ser efectivos".


En ese sentido, sí presumió de que el Barcelona sabe atacar con los espacios cerrados, quizás cansado de escuchar que se está acostumbrando a jugar al contragolpe: "Tenemos el mejor ataque posicional del mundo. Estamos acostumbrados a tener rivales encerrados y sabemos atacar así. Pero no este Barça, sino el Barça de años atrás. Es el legado que tenemos".


El técnico asturiano no dio pistas sobre posibles rotaciones en la alineación, pero sí parece posible que descansen jugadores que llegan muy cargados de partidos, como Piqué e incluso algún integrante del tridente. Descartada una suplencia de Messi para evitar conflictos, Neymar o Luis Suárez podrían dejar su plaza de inicio a Pedro. Sí es segura la baja por sanción de Alves, que se une a las de los lesionados Vermaelen y Douglas. Adriano apunta a sustituto de su compatriota, con Montoya otra vez fuera de los planes del técnico. Bartra, tras varios encuentros sin jugar, podría entrar en el eje de la zaga. Y en el centro del campo, una inoputtuna gripe de última hora de Iniesta abre la puerta a Xavi.


La hipotética undécima victoria seguida superaría las diez que encadenó el Barça de Pep Guardiola en el año del triplete (2008-09), aunque el récord en la historia azulgrana es de 18 con el Barcelona de Frank Rijkaard que conquistó Liga y Copa de Europa en la 2005-06. Messi, por cierto, jugará hoy su partido 300 en la Liga, en la que ha marcado 266 goles, cifras que remarcan el potencial del jugador


Lucas Alcaraz, técnico del Levante, garantizó: "Nos vamos a vaciar en el Camp Nou. El único partido que tenemos es el del Barça. No hay otro. Nuestro reto es competir en todos los campos como lo estamos haciendo". El equipo valenciano llega con la moral alta tras ganar al Málaga en la que fue su primera victoria en la Liga dos meses y medio después. Tiene las bajas del sancionado Víctor Camarasa y de los lesionados El Zhar, Sissoko e Ivanschitz.