El primer mercado de trufa fresca en la capital llena de público la plaza del Torico

Decenas de personas compraron el preciado hongo,
que se vendió a 700 euros el kilo

El primer mercado de trufa fresca en la capital llena de público la plaza del Torico
El primer mercado de trufa fresca en la capital llena de público la plaza del Torico

Los productores de trufa en la provincia de Teruel, apoyados por los hosteleros, se han puesto manos a la obra para popularizar este hongo cuyo consumo parece reservado a unos pocos y en momentos muy puntuales del año. Con este objetivo, la Asociación de Truficultores y la Asociación de Empresarios Turísticos organizaron ayer en la emblemática plaza del Torico el primer mercado de trufa fresca en Teruel.


Decenas de personas recorrieron entre las 12.00 y las 14.00 los puestos instalados alrededor de la fuente del Torico, de los que emanaba el intenso e inconfundible aroma de la trufa negra de Teruel. Muchos de los visitantes eran matrimonios de distintos puntos del país que este fin de semana han celebrado sus bodas de oro o de plata recibiendo en la ciudad la medalla de Los Amantes. Pero también había turolenses a los que les gusta la trufa y turistas, sin más, que recorrían el Centro Histórico en busca de los monumentos mudéjares y modernistas y se encontraron con este curioso mercado.


El público no solo miró sino que se animó a comprar trufa, eso sí, por lo general, piezas de pequeño gramaje cuyo coste no superaba los 20 o 30 euros. El kilo de trufa fresca se vendía ayer en Teruel a 700 euros, un precio que puede parecer prohibitivo. Pero hay que pensar que con solo 10 gramos podemos condimentar varios platos y entonces ya no resulta una barbaridad, aclaraba Raquel Herrero, coordinadora del evento.


El mercado atrajo a auténticos amantes de este producto, como Juanjo Alpuente, un turolense que admitió que la trufa es cara, pero también es muy costosa su recolección y, además, compensa en el plato, porque cualquier alimento lo transforma en algo delicioso. Explicó que él suele conservar una trufa metida en brandy durante años. Es ideal para aderezar los robellones y para elaborar cualquier salsa, explicó.


Otras personas menos conocedoras de la trufa no podían resistirse a coger uno de estos hongos entre sus dedos y aproximarlo a la nariz para inspirar su esencia. "La verdad es que estamos teniendo mucho movimiento. La gente pregunta y está comprando bastante, afirmó un joven truficultor, Alberto Salvador, de Sarrión. Este vendedor destacó que uno de los inconvenientes del cultivo de la trufa es que requiere una fuerte inversión inicial y no ofrece beneficios hasta 10 años después. No es sencillo, dijo Salvador.

Tapas en 50 restaurantes

La actividad forma parte del programa de las Terceras Jornadas Gastronómicas de la Trufa Negra de Teruel, en las que 50 restaurantes de toda la provincia han elaborado tapas que tienen como ingrediente protagonista a este preciado hongo. Además, la organización invitó ayer a todos los visitantes del mercado a degustar tostadas de pan con láminas de trufa negra y aceite del Bajo Aragón.

El presidente de la Asociación de Truficultores, Julio Perales, destacó que el cometido del mercado era acercar la trufa a la gente. Muchos nos dicen que es difícil encontrar trufa fresca fuera de las ferias especializadas, y es verdad, porque la cultura de este producto todavía no está implantada en Teruel, afirmó.


Perales explicó que hoy en día, al menos en Teruel, solo se puede comprar trufa fresca a través de Internet, por lo que alentó a los comerciantes a vender este hongo en sus tiendas. La Asociación de Truficultores agrupa a los 500 cultivadores que hay en toda la provincia.