El milagro de Alquézar

La localidad estaba condenada a la despoblación y hoy es visitada por 240.000 personas. Gracias a un plan, en 12 años se rehabilitaron 70 viviendas, y de un restaurante se pasó a 15.

Vecinos de Alquézar, con las autoridades y miembros de la asociación en la plaza Ayerbe.
Vecinos de Alquézar, con las autoridades y miembros de la asociación en la plaza Ayerbe.
josé luis pano

El Somontano se ha convertido en un destino para los amantes del turismo cultural, gastronómico y de naturaleza. Atractivos no le faltan, pero sin duda "la joya", como ayer la definió el presidente de la Diputación Provincial de Huesca y alcalde de Barbastro, Antonio Cosculluela, es Alquézar. Esta pequeña población de poco más de 300 habitantes es desde ayer uno de los 35 pueblos más bonitos de España, un galardón concedido por una asociación que persigue la promoción turística de poblaciones de menos de 15.000 habitantes con un legado histórico-artístico y un patrimonio monumental, inmaterial y natural a tener en cuenta. Cualquier visitante que pasee por Alquézar comprobará por qué esta población está en esa exclusiva lista a la que también se han sumado Aínsa y Ansó (los tres únicos representantes del Alto Aragón).

La imagen de Alquézar es de postal: calles empedradas, limpias, una colegiata amurallada imponente sobre el cañón del río Vero, cubiertas de teja árabe, chimeneas pirenáicas..., en definitiva una fisionomía urbanística propia de una villa medieval por la que parece que no han pasado los años. Pero echando la vista atrás, Alquézar, como ayer recordaba el presidente de la Diputación y primer presidente de la entonces Mancomunidad del Somontano "era en los años 80 el pueblo más envejecido de Aragón y uno de los más envejecidos de España", más próximo a las imágenes captadas por los primeros fotógrafos pirineistas Lucient Briet o Ricardo Compairé a comienzos del siglo XX.

Una evolución permanente"

"No fue fácil convencerles de que podrían ser un destino turístico, pero un pueblo es lo que quieren ser sus vecinos y la evolución ha sido permanente. Han sabido conservar su legado y mejorarlo como elemento de desarrollo turístico", afirmó Cosculluela en el acto de entrega del galardón que acredita su belleza, celebrado en el Ayuntamiento y que contó con la presencia de miembros de la asociación Los Pueblos más Bonitos de España, de la directora general de Turismo del Gobierno de Aragón (Elena Allué), y de los alcaldes de Alquézar, Ansó y Aínsa.

Alquézar pasó de ser un pueblo semiabandonado a un referente del turismo de naturaleza en los 90, beneficiándose del tirón de la sierra de Guara. El actual alcalde, Mariano Altemir, fue elegido primer edil en 1987 y trató de cambiar el discurso imperante entre la gente mayor, como su abuelo, que le invitaban a marcharse de Alquézar "porque en el pueblo no había futuro". "Después de la Guerra Civil la gente cerraba la puerta con llave, se santiguaba y se marchaba hacia Francia llorando. El único tractor que había se utilizaba solo para sacar los muebles de la casa y llevarlos a otra ciudad. Eso cambió cuando un vecino decidió traer muebles con un remolque y meterlos en una casa", explicaba.

Albarracín como modelo

La villa fue declarada en 1984 conjunto histórico artístico "pero no teníamos dinero y era un pueblo abocado al olvido que había perdido hasta el orgullo", cuenta el alcalde. Con Albarrcín como modelo, se quiso regenerar urbanísticamente Alquézar a partir de 1988. Se estableció un plan director a lo largo de 12 años que consiguió rehabilitar en torno a 70 fachadas. Todavía se sigue trabajando en mejorar el núcleo, ya que quedan unas 40 fachadas de viviendas por restaurar. En total se han invertido unos tres millones de euros, sin contar el plan director de la colegiata.

Todo ello ha permitido que ahora Alquézar no pierda población y que la gente tenga una forma de ganarse la vida. De un restaurante en el año 1987 se ha pasado a contar con 15, y a tener cinco hoteles y ser un referente turístico en la provincia de Huesca. Según el observatorio turístico del Somontano, cada año visitan Alquézar 240.000 personas, una cifra que a partir de ahora se espera superar tras ser elegido como uno de los pueblos más bonitos de España.