Miles de esquiadores quedan atrapados cuatro horas en la salida de Formigal

Las fuertes ráfagas de viento arrastraron una gran cantidad de nieve a la A-136 provocando atascos kilométricos

Un esquiador retira las cadenas del coche, ayer, tras superar el ventisquero de la A-136
Miles de esquiadores quedan atrapados cuatro horas en la salida de Formigal
Rafael Gobantes

Una jornada "fantástica" de esquí se tornó ayer tarde en una pesadilla para miles de usuarios de Aramón Formigal, que estuvieron bloqueados a 4 grados de bajo cero sin poder salir de la estación durante más de cuatro horas, provocando airadas críticas por la falta de información y organización. La causa fue la caída en torno a las 17.00 de un enorme ventisquero –acumulación de nieve– sobre la A-136, a 4 kilómetros del centro y muy cerca de la gasolinera Masacuas, por el fuerte viento. Aunque hubo algunos pequeños accidentes y salidas de vía, no hubo incidencias graves.


El sol y la buena calidad de la nieve hizo que la inmensa mayoría de los esquiadores apuraran su regreso a casa, lo que agravó las consecuencias del atasco. Además, un buen número no llevaban cadenas ni neumáticos de invierno ya que no había previsión de nevadas. Tras el intenso trabajo de tres quitanieves, el tráfico empezó a fluir por fin a las 21.10, según informó la Guardia Civil.


El alcalde de Sallent de Gállego, Jesús Gericó, explicó que tres quitanieves de la DGA y de Protección Civil subieron y bajaron continuamente por la A-136 para despejar la vía. "El problema es que ha hecho mucho viento y como hay tanta nieve, la ha echado sobre la carretera. Y aunque las máquinas la limpiaban, cuando volvían a pasar de bajada, estaba otra vez cubierta de nieve", señaló.


El alcalde aseguró, además, que durante mucho tiempo la circulación estuvo parada por completo "porque había mucha gente sin cadenas y sin ruedas de nieve y se iban quedando tirados". Con todo, Gericó resaltó que había sido una situación excepcional "porque los equipos de limpieza de la DGA han funcionado este año perfectamente pese a la nevada tan grande que ha caído".


Desde Aramón entendieron las quejas de los usuarios, "porque hemos tenido un fin de semana de alta afluencia y se han tenido que cargar de paciencia". No obstante, recordaron que el ventisquero afectó a una carretera de titularidad autonómica. El bloqueo de las salidas les obligó a mantener abiertas las cafeterías y los servicios de alquiler hasta las 22.00.


Los atascos afectaron a 10 kilómetros de la A-136 (del 17 al 27), aunque la gran mayoría de esquiadores tardaron horas en llegar hasta esa vía ya que estuvieron bloqueados en las salidas de los párquines. "En cuatro horas hemos avanzado menos de un kilómetro. La desorganización y la mala capacidad de reacción es tremenda porque en lugar de que la Guardia Civil esté dando paso alternativo a los diferentes párquines, es la ley del más fuerte y estamos encerrados", criticó Beatriz Rodríguez, de Logroño, que viajaba con su marido y tres niños. Debido al retraso acumulado, decidieron quedarse a dormir en su apartamento de la urbanización de Formigal. "Por suerte, tenemos gasolina, pero es un coste tremendo tanto económico como de tiempo y laboral", se quejó.


Javier Zubizarreta, de Zaragoza, había ido a esquiar con sus padres. "Hemos terminado a las 16.45, apurando hasta el final del día, y al intentar salir del parquin a las 17.15 ha sido totalmente imposible. En más de tres horas hemos avanzado menos de 200 metros", relató. Manifestó con alivio que habían llenado el depósito al salir de Zaragoza por la mañana "y estuvimos encendiendo y apagando el motor del coche cada poco tiempo para no congelarnos". Aseguró que entre los afectados había "mucho cabreo, aunque tampoco se ha vuelto nadie loco".


Mientras, Jesús Bueno y su novia, de Arcos de Jalón (Soria), también avanzaron solo 400 metros en cuatro horas por la carretera de Anayet. "Hemos puesto las cadenas al ver que la situación se complicaba porque no paraba de venir aire de norte que formaba unos ventisqueros tremendos. Y el problema es que mucha gente que no tenía cadenas", afirmó.

"El viento movía hasta el coche"

Otros afectados, cansados de estar dentro de sus coches, optaron por esperar en las cafeterías, como David Luján, que había ido desde Madrid con un grupo de amigos. "Los empleados de Aramón nos han dicho que un ventisquero estaba taponando los dos carriles de la carretera y era imposible salir de la estación. Y después de dos horas parados dentro del coche en el parquin hacía frío y nos hemos venido a la cafetería", dijo. Desde su posición veía "una caravana de cientos de coches, caravanas y autobuses". Además, confirmó que había habido fuertes ráfagas "que movían hasta el coche". Ante esta situación se estaban planteando quedarse a dormir en la zona y regresar mañana –por hoy– a Madrid.