Alberto Rodríguez prepara su inmersión en las sombras de España en los años 90
El gran triunfador de los Goya trabaja en una película sobre Paesa y los 10 meses de Roldán como fugitivo.
Un triunfo que comenzó a fraguarse en el mes de septiembre, cuando se presentó la película en la sección oficial del Festival de San Sebastián. Ahí tuvo claro que La isla mínima tenía algo para poder triunfar. "Yo me salgo en las proyecciones. Cuando llega el día del estreno me pongo muy nervioso y a los dos minutos me voy. Estuve en una sala aparte y cuando faltaban diez minutos entré de nuevo. Y cuando vi a todas las cabecitas, dije: Creo que esta película va a funcionar", dice Rodríguez. Y allí comenzaron a caer los premios: Concha de Plata para Javier Gutiérrez. Y después vinieron los Forqué, los premios Feroz
y el cariño del público. Porque lo más importante de este año para el cine español es la reconciliación con el público. "No me voy a las cifras, sino a lo que piensa el ciudadano de a pie. Y es lo más importante y lo más interesante. Lo que nos faltaba era conectar. Y espero que este año haya sido el primer escarceo. Ahora solo falta saber si la cosa se concreta. La cultura tiene que dejar de ser un arma arrojadiza entre la derecha y la izquierda. Empezar a ser una cosa de Estado y dejarnos de tonterías", asevera el realizador andaluz.
De hecho, él ya está pensando en su próxima película. Viará a los 90, como hiciera en Grupo 7, esta vez para abordar uno de los episodios más polémicos y con más interrogantes de la reciente historia de España: la huida del zaragozano Luis Roldán, exdirector de la Guardia Civil, y el papel de Francisco Paesa, el conseguidor, exagente del otrora Cesid, que supuestamente ayudó a trasladar el dinero que Roldán desfalcó de la Benemérita: 2,7 millones de los fondos reservados y unos diez millones en comisiones, de los que solo se han recuperado unos 1,6. Rodríguez quiere comenzar el rodaje este verano, aunque todavía no hay reparto, y centrar su película en los diez meses en los que Roldán estuvo desaparecido entre el 29 de abril de 1994 y el 27 de febrero de 1995 hasta que fue entregado en el aeropuerto de Bangkok (Tailandia).