España busca un bronce como consuelo

El equipo de Cadenas se enfrenta a Polonia (14.30), un rival duro pero muy irregular.

Toca luchar por una de las medallas más difíciles, sobre todo cuando se ha visto cercenada la opción del deseado y esperado oro. España tuvo en sus manos la posibilidad de apuntarse a la final, pero fueron otras manos, las del portero francés Omeyer, las que lo impidieron. E incluso algunos jugadores de la selección, como Chema Rodríguez, fueron más directos y acusaron a los colegiados eslovenos de permisividad con la antirreglamentaria defensa gala, que bloqueó por completo a Julen Aguinagalde sin que fueran objeto de las pertinentes exclusiones. Pero como lo ya pitado no tiene especial arreglo, lo único que le queda a la selección española es centrarse en el partido de hoy por el bronce (14.30, TDP).


En eso el propio Aguinagalde hizo especial hincapié en la rueda de prensa tras la derrota ante los galos. Porque es muy complicado recomponer a un equipo que ha visto escapar su objetivo, quedarse con la miel en los labios. Jugar la final de un Mundial es muy complicado y los de Manolo Cadenas han jugado y luchado por ello. Se veían incluso favoritos. Y la realidad les ha dado un bofetón. Recuperarse es difícil. Por ello en la lucha por el bronce suele llevarse la medalla el equipo más fuerte mentalmente, el que sea capaz de dejar a un lado el amargo sabor de la derrota, e incluso el fracaso para volver a levantarse y luchar.


En este sentido, España debería tener cierta ventaja. Polonia se ha destacado por ser una selección irregular, con altibajos. Solamente bajo la dirección de Bogdan Wenta el equipo ofreció un rendimiento que le acercase a las medallas. Así, fue plata en el Mundial 2007 de Alemania, ese destinado a la mayor gloria de la selección germana y donde los árbitros eliminaron a España en cuartos de final ante los teutones. Los polacos también pagaron en su única final de un Mundial el hecho de enfrentarse a los anfitriones. Y es esto lo que puede motivar aún más a los polacos, que se sintieron robados en su semifinal ante Qatar, al que se permitió en defensa lo que era sancionable en el área polaca. La imagen de la selección polaca aplaudiendo irónicamente a los colegiados serbios –siempre serbios–, lo dice todo.


Polonia –bronce en el Mundial de 2009 y cuarta en el Europeo de 2010– cuenta con cuatro hombres claves: el guardameta Szmal, el central Jurkewicz, el pivote Bartosz Jurecki y su hermano el lateral Michal Jurecki. El guardameta les dio el pase a las semifinales al amargar el día a los croatas, mientras que los otros tres jugadores de campo son los auténticos artilleros del equipo, los que crean el juego del equipo y los que asumen la responsabilidad.