Oda al baloncesto (II)

El festival de acierto que se desencadenó ayer en Valencia tiene un antecedente. El antiguo CAI conserva el récord de la máxima anotación conjunta en un partido de ACB sin prórroga. Fue en 1990, 109-131 en Orense. Joaquín Ruiz Lorente disputó 19 minutos de aquel encuentro

El abrazo del triunfo entre Robinson y Goulding.
El abrazo del triunfo entre Robinson y Goulding.
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El CAI atrapó en Valencia una de esas victorias que reposan automáticamente en el estante de los logros históricos. Un triunfo en una cancha maldita hasta ayer en la liga regular, el escenario de una apasionante batalla entre dos equipos obstinados en derribarse despiadadamente a golpe de canastas. El intercambio de tiros convertidos alcanzó una eficacia poco habitual para disfrute de unos aficionados ávidos de espectáculo y hastiados de los planteamientos rácanos propugnados por ciertos entrenadores más centrados en tareas destructivas. En la Fonteta venció el conjunto aragonés, pero también el baloncesto, que alcanzó su expresión más inspiradora y vibrante.


Los 215 puntos que totalizaron ambas escuadras son la prueba fehaciente del prodigio experimentado. 27 triples, 48 lanzamientos de dos y 38 tiros libres conforman este gozoso botín en el que las defensas se rindieron, por una vez, ante los ataques.


Sin embargo, valencianos y zaragozanos se quedaron a 25 puntos de igualar el récord de anotación conjunta en la liga española, sin necesidad de acudir a la prórroga. Curiosamente, ese registro inalcanzable tiene como protagonista al antiguo CAI.


La gesta aconteció el 19 de septiembre de 1990 en el Pazo Paco Paz orensano. El CAI se impuso al Caixa Ourense por 109-131. Los jugadores entrenados por Chuchi Carrera lograron la proeza de sumar 66 puntos en la primera mitad y 65 en la segunda. Una orgía anotadora que no pudo ser seguida por los gallegos.


Joaquín Ruiz Lorente es el nexo de unión entre estas dos exhibiciones zaragozanas a las que separan 24 años. Entonces como base y ahora como técnico. Una feliz coincidencia que no tuvo presente en la rueda de prensa de ayer. Al ser preguntado por el espectáculo servido sobre el parqué, señaló: "Alguno habré jugado o vivido, pero no lo recuerdo. También es verdad que cuando ganas lo ves de manera diferente. Pero para el espectador seguro que ha sido bonito porque lo que quiere es ver puntos, anotaciones amplias y seguro que ha disfrutado todo el mundo".


La hemeroteca acude al rescate de la memoria de Ruiz Lorente. En Orense disputó 19 minutos, alternándose en la dirección del juego con Pepe Arcega. Acumuló doce puntos, fruto de tres inmaculadas canastas de dos y de seis tiros libres. También capturó cinco rebotes y repartió dos asistencias. HERALDO glosó así su aportación: "Jugó a las mil maravillas, destacando su capacidad para parar el juego cuando fue necesario".


En el acta de aquel choque también figuran Mark Davis (27 puntos), Kevin Magee (19 puntos), Paco Zapata (19 puntos), Pepe Arcega (17 puntos), Fernando Arcega (16 puntos), Fran Murcia (8 puntos), Dani Álvarez (7 puntos) y Alfredo Fabón (2 puntos).


A Pepe Arcega, que ayer comentó el partido para Aragón TV, también le han abandonado los recuerdos de aquella cálida noche orensana (el termómetro marcaba 34 grados a las 20.30, según dictaron las crónicas). "No me acuerdo de nada. Eso sí, teníamos un equipazo. Pero para que se den resultados tan abultados deben coincidir una serie de factores. El principal es la efectividad en los tiros. Esa clarividencia no es fácil que se produzca. Ymucho menos en los dos equipos a la vez. Pero los que verdaderamente ganan son los aficionados", concluye.