La libertad horaria sigue dividiendo a comerciantes y grandes superficies
Los centros comerciales defienden la apertura de más domingos y festivos para atraer público, pero desde Ecos se reitera que lo único que se lograría es disparar los costes.
El director de Comunicación de Puerto Venecia, Salvador Arenere, incidió en que hay adaptarse a los tiempos y a los nuevos hábitos de los consumidores, que tienen en internet un método de compra muy rápido y cómodo. "Tenemos un factor estratégico, que es la posición de Zaragoza, pues utilicémoslo. Si alguien no tiene lo que quiere donde vive, va a donde está", señaló recordando que los valencianos venían a comprar al Ikea de Puerto Venecia porque en su Comunidad no lo podían hacer, hasta el punto de llegar a representar el 11% de los clientes de la tienda de Zaragoza.
La directora de Grancasa, Susana Betrán, negó que por abrir más domingos y festivos solo fueran a crecer los costes, como sostuvo Pueyo. "Lo que se pretende es dar un servicio adicional y conseguir más negocio. Si hay oferta, la gente vendrá", opinó.
El presidente de la comisión de Comercio Interior de la Cámara, Gabriel Morales, reconoció que los signos de los tiempos hacen cambiar comportamientos, pero argumentó que la solución no está en ampliar los horarios sino la calidad. "En lo que el comerciante se tiene que espabilar es en ganarse cada día al cliente, escuchar las necesidades para intentar ofrecérselas. Tenemos que luchar contra la propia inercia y no contra los centros comerciales", dijo.
El presidente del pequeño comercio recordó que una cosa es que hayan cambiado los hábitos y otra muy distinta que los ciudadanos no tengan tiempo para ir a comprar. Así, argumentó que la legislación permite abrir a las grandes superficies 90 horas a la semana, por lo que los consumidores disponen de 50 horas para acudir si se tiene en cuenta que trabajan 40. "También se abren once festivos. Abrir algunos puede ser rentable abrir, pero otros no. En agosto no sé si le saldrían las cuentas a alguien", aseveró.