Aunque la valoración económica todavía tardará en conocerse, el secretario regional de UAGA, José Manuel Penella, recordó que en 2007 las pérdidas ascendieron a 35 millones de euros, pero ahora "se superará", auguró. El 60% de la superficie afectada corresponde a cereales y forrajes, un 25% a frutas y hortalizas y el 15% restante a siembras de primavera.

Ante esta situación, exigió "indemnizaciones al 100% de todos los daños, estén o no asegurados", para lo que se requiere la declaración de desastre natural. Penella –que hizo un primer balance en Alagón acompañado de responsables del sindicato en Navarra, La Rioja y Álava, así como de profesionales del sector afectados– apuntó a la "responsabilidad patrimonial del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente". Y ante las ayudas especiales que el Gobierno central tiene previsto aprobar el viernes, avisó: "No nos conformaremos con que lo digan o lo escriban, que lo cumplan. Si no responden a los daños del 100%, empezaremos otras formas de presión y reivindicaciones".

Igualmente, pidieron que los seguros agrarios cubran el 100% de los daños (actualmente solo llegan al 80%) y que las ayudas agroambientales tengan en cuenta el lucro cesante, así como la declaración de excepcionalidad en la PAC para los cultivos afectados.

A la "impotencia" y el "aborrecimiento" de ver sus tierras y granjas de nuevo anegadas se suma la indignación por la falta de medidas para prevenir que las graves afecciones se repitan año tras año, por lo que ayer volvieron a reclamar una limpieza del río que evite que cada vez alcance alturas mayores con menos caudal.

"¿Qué tenemos que hacer para que tomen cartas en el asunto y se pongan a actuar?", se preguntó Penella. "Es algo que veníamos denunciado hace años que iba a pasar. Venían crecidas que se consideraba anecdóticas porque solo inundaban campos, pero era un anuncio del río", reprochó.

Su compañero José Luis Ortiz, de Álava, afirmó que "la Confederación tiene que liderar todo esto y no las comunidades, porque si unas limpian y otras no, se perjudica a una zona o a la otra".

Por su parte, el coordinador navarro, Ignacio Gil, criticó que "los datos de la CHE no nos han permitido prevenir daños". "En Navarra también se han superado con creces los 3.000 metros cúbicos por segundo y, de haberlo sabido, muchos podrían haber aminorado las pérdidas", lamentó.