La riada inunda la escuela de Velilla 54 años después y deja sin clase a 21 niños

El Ayuntamiento y Educación buscan dónde retomar la actividad hasta que el colegio vuelva a la normalidad. El agua cubre el ferrocarril Zaragoza-Caspe y obliga a hacer trasbordos

El agua llegó hasta la muralla de tierra levantada a las puertas de Quinto, pero no la superó.
El agua llegó hasta la muralla de tierra levantada a las puertas de Quinto, pero no la superó. guillermo mestre
guillermo mestre

La riada del Ebro siguió causando ayer incidencias en la ribera baja antes de entrar en el embalse de Mequinenza. A pesar de que normalmente aguas abajo de Pina no se producen afecciones en los cascos urbanos, esta vez la avenida anegó el colegio de Velilla, que no se había inundado desde hace 54 años. El centro tuvo que cerrarse, dejando sin clase a sus 21 alumnos.


"Sabíamos que podía ocurrir porque la escuela está en zona inundable y ya le llegó el agua en 1961 –destacó Rosario Gómez, la alcaldesa de este municipio de unos 250 habitantes–. El río está vivo y estas cosas suceden, pero hay que estudiar bien por qué ha pasado y tener claro que si no se limpia el cauce volverá a repetirse cada vez con más frecuencia".


Según explicó la regidora, la escuela de Velilla de Ebro se encuentra cerca de un metro más baja que las calles anexas, a la altura de la huerta. Se construyó en 1960 y ya se inundó durante la histórica avenida de aquel año –que en la ribera baja llegó en los primeros días de 1961–. Sin embargo, desde entonces, no le había vuelto a llegar el río. "Ni en la riada de 2003 ni en la de 2007 pasó nada, pero estos días estábamos vigilantes", dijo Gómez.


El lunes por la noche el río no había alcanzado el colegio, pero ayer tanto ese edificio como las dos casas que antes eran de los maestros amanecieron con unos 40 centímetros de agua, lo que obligó a dejar sin clase a los 21 niños que estudian en este colegio que pertenece al centro rural agrupado (CRA) de Gelsa, Velilla y La Zaida.


El Ayuntamiento pidió ayuda y en torno a las 10.30 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) llegaron a la localidad. Los soldados bombearon el agua fuera de la escuela y construyeron una mota provisional que defenderá el colegio hasta que se levante otra definitiva. "No se levantó en el mejor sitio, pero ahora hay que analizar bien qué se hace para evitar riesgos", comentó la alcaldesa.

El Consistorio y el Departamento de Educación buscan ya un espacio en el que los alumnos puedan retomar las clases hasta que la escuela recupere la normalidad. Por un lado se baraja repartirlos entre el salón social y el de plenos y por otro podrían ser trasladados en autobús al colegio de Gelsa.


En este último municipio, el paso de la riada se vivió con preocupación por la posibilidad de que se rompiese la mota y el agua acabara llegando al casco urbano. Según explicó el alcalde, José Miguel Almorín, en la noche del lunes al martes se estuvo vigilando la defensa hasta que a las 4.00 se vio que llegaba la punta de la avenida. "Por si acaso, Sarga, Tragsa y la UME han levantado un camino para que el pueblo esté a salvo", señaló.

Unos 300 viajeros afectados

La subida del nivel del río también ha aconsejado cortar la línea de ferrocarril Zaragoza-Caspe-Tarragona en el tramo que va de Fuentes a Quinto. Según explicaron fuentes de Renfe, la decisión se tomó el lunes por precaución y está obligando a hacer trasbordos en autobús entre esas dos localidades –hay seis trenes afectados cada día que en total transportan una media de 300 viajeros–.