Envases a la carta, del diseño a la fabricación

Aragonesa de Packaging (Arapack) lleva dieciocho años dando servicio al sector agroalimentario, farmacéutico e industrial.

Tarrinas para Martín Martín, bandejas de carne, cápsulas de café –alveolos termoconformados de plástico es su nombre técnico–, envases para huevos o recipientes para pastillas dirigidos a hospitales o residencias son algunos de los productos que hacen los 40 trabajadores de Arapack. Una empresa que creó Pedro Gimeno en 1997 en Malpica con seis empleados y que en 2002, con algunos más, adquirió la Fundación Picarral (70%) y CAI (30%) para convertirla en empresa de inserción social y darle un crecimiento sostenido en el tiempo. En 2008, recuerda su gerente, Roberto Oyaga, es cuando Arapack se convierte en centro especial de empleo y en 2012 pasa a ser propiedad íntegramente de la Fundación Picarral (75%) y la Fundación Integración y Empleo (25%).


"Aquí hacemos envases de todo tipo. Antaño se hacían mucho para los conguitos y chocolates de Lacasa. Este cliente nos ayudó de hecho a conseguir que nos adjudicaran todo el ‘merchandising’ de Operación Triunfo" asegura Iván Palacios, encargado de producción en Arapack. "Ahora ya no tenemos a Lacasa como cliente, pero afortunadamente hemos ido incorporando otros". Oyaga recuerda que "2009 fue un año muy duro que afortunadamente superamos con una estrategia de buscar clientes fuera de casa y diversificando mucho el producto".


Arapack está actualmente especializada en diseñar el envase que el cliente le pide, darle forma en 3D y finalmente fabricarlo. Son las bandejas para coches y las destinadas a alimentación las que conforman el mayor volumen de negocio en una empresa que de media al año hace más de 5 millones de envases. "El 90% va destinado al mercado nacional. La exportación no llega todavía al 10%. A Rumanía mandamos mucho envase alimentario y también algo a África. Para Alemania son sobre todo bandejas para distintos fabricantes de coches", añade Oyaga.


La diversificación y abrirse a mercados de toda España y del extranjero le ha permitido a Arapack superar los difíciles años de la crisis y recuperar el crecimiento. En 2014, facturaron 1,5 millones de euros, un 17% más que en 2013 y "cinco veces más de los 300.000 de 2009", señala Oyaga. Si bien, todos los ingresos se reinvierten. Así en 2012 compraron una nueva línea de fabricación, que se suma a las tres que había y en 2013 ampliaron el negocio a otra nave en Cadrete para montar dos líneas más de envases.


El objetivo, según Roberto Oyaga, es "consolidar el crecimiento alcanzado" y hacer posible que personas con discapacidad intelectual y problemas de inserción "se desarrollen profesionalmente con nosotros, crezcan, se capaciten y puedan dar el salto al mercado de trabajo dejando así paso a otros en Arapack", concluye.