El Servet aplaza una decena de cirugías para aliviar la saturación de las urgencias

El hospital Miguel Servet decidió ayer suspender una decena de operaciones programadas (ninguna de ellas graves) para dejar libres camas que pudieran ser utilizadas por los pacientes que entran por urgencias. De esta manera, el centro hospitalario sustituyó intervenciones quirúrgicas que exigen ingreso por otras ambulatorias que no lo requieren.

Fuentes del hospital explicaron que la mayoría de las cirugías aplazadas son del servicio de traumatología y apuntaron que esta desprogramación afectó a una decena de pacientes que debían ingresar ayer para ser intervenidos hoy. "Estas camas se necesitaban –explicaron estas fuentes– para enfermos que vienen más graves de urgencias y que requieren ser hospitalizados".

A pesar de esta medida y de que el número de pacientes nuevos que llegó ayer a este servicio no fue muy alto, las urgencias siguieron desbordadas durante toda la jornada (se despejó algo a primera hora de la noche), ya que fue imposible absorber la gran cantidad de enfermos recibidos durante el fin de semana y el lunes.

Los trabajadores de este centro sanitario volvieron a reclamar soluciones para un problema que se ha hecho crónico. Estas fuentes explicaron que a las 8 de la mañana de ayer había 27 pacientes esperando a ser trasladados a las salas de observación o a ingresar en planta. Tres horas después, en el servicio de urgencias había 146 personas (contando los que esperaban para ser atendidos y los que ya habían sido tratados y aguardaban su ingreso). "Esto no puede ser –dijeron fuentes de Satse–; el hospital no da más de sí".Medidas insuficientes

Una representante del sindicato de enfermería reconoció que desde la gerencia del hospital se está haciendo todo lo que se puede: "Están abiertas todas las áreas posibles, todas las camas están disponibles, pero no es suficiente, no damos abasto. La oferta de espacio es menor a la demanda que estamos teniendo", aseguró.

La representante de Satse apuntó que a pesar de estar todas las plantas abiertas y de que se ha reforzado estos días el personal del servicio, las urgencias siguen "desbordadas". "Las salas de observación –explicó– son ya salas de ingreso". En este sentido, recordó que a las once de la mañana de ayer había un paciente en observación que llevaba en esta sala casi cinco días (117 horas) esperando a ser ingresado en planta.

"Exigimos medidas para paliar esta problema ya", dijo. En opinión de los profesionales, ni la gripe ni el alto número de cirugías que se están realizando durante estos meses explica la situación de colapso que se está viviendo en las urgencias del Servet prácticamente a diario. "Aunque se está operando a tope, no se justifica que estemos tan desbordados como estamos", aseguró.Algunas propuestas

Desde el sindicato de enfermería se volvieron a proponer medidas que ya se están llevando a cabo en otras comunidades y que están dando buenos resultado a la hora de despejar las urgencias. Por ejemplo, citaron los servicios de atención domiciliaria a los pacientes crónicos. "En Aragón –dijo la delegada de Satse– se viene hablando de este asunto desde hace tiempo, se dice que se está estudiando, pero no acaba de salir".

Con esta propuesta, se vuelve a poner el énfasis en la tipología y el perfil de los pacientes que acuden estos días a los servicios de urgencias de los hospitales aragoneses: personas de la tercera edad, con la salud quebrada y patologías crónicas que con la llegada del frío y las nieblas ven agudizados sus problemas.

"Echamos en falta –dijo la representante de esta central– un hospital geriátrico. En tiempos estaba el San Jorge, pero se desmanteló y las camas que hay ahora en el Provincial para atender a estos pacientes no son suficientes".

En el Clínico y el Royo Villanova no se registraron ayer los problemas de saturación de las urgencias que han vivido estos centros en días pasados.