Chile vincula una bomba colocada en Santiago con los anarquistas del Pilar

En la sucursal bancaria atacada se hallaron panfletos sobre los acusados de poner el artefacto en la basílica.

El artefacto explosivo colocado en el Pilar destrozó varios bancos y dañó el órgano
Chile vincula una bomba colocada en Santiago con los anarquistas del Pilar
José Miguel Marco

El Gobierno de Chile cree que la explosión registrada en la madrugada del viernes en una sucursal bancaria de Santiago tiene relación con los dos anarquistas chilenos detenidos en España por colocar en octubre de 2013 un artefacto en la basílica del Pilar de Zaragoza.


La policía indicó que en el lugar de los hechos se habían encontrado restos de panfletos vinculados con Francisco Javier Solar y Mónica Caballero, los dos acusados de hacer estallar una bomba en la capital aragonesa y tratar de poner otra en el santuario de Monserrat.


El subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy, aseguró a los periodistas que la explosión registrada de madrugada en una sucursal bancaria de Santiago fue producto de un atentado "con el único objetivo de producir daño", y, en declaraciones a radio Bio Bio, descartó la hipótesis de que fuera un intento de robo. "Fue un bombazo puesto para manifestar lo que los panfletos indican, así que está hecho con el único fin de producir daño", apuntó Aleuy.


Estas afirmaciones fueron ratificadas por el fiscal exclusivo por el caso Bombas, Claudio Orellana, quien confirmó que la explosión registrada el viernes en el Banco Internacional, ubicado en la comuna santiaguina de Cerrillos, tuvo relación con un atentado y no con un robo frustrado.


Este no es el primer suceso de estas características en la capital chilena. El pasado verano, estallaron dos bombas a la entrada de una iglesia. "Nuestra acción insurreccional es un gesto solidario con los compañeros" Francisco Javier Solar Domínguez y Mónica Caballero Sepúlveda", se leía en el panfleto que dejaron en el lugar los autores del atentado.


Solar y Caballero, miembros del Comando Insurreccional Mateo Morral, fueron detenidos en Barcelona y procesados el pasado 4 de julio por la colocación de una bomba en el Pilar el 2 de octubre de 2013. Estalló en el Altar Mayor a las 13.43 y causó daños materiales en cuatro bancos y el órgano, así como lesiones a una mujer, afectada en el tímpano por la explosión.


El Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional les imputa tres delitos: la pertenencia a la banda terrorista anarquista FAI-FRI-GAC, la autoría de un delito de estragos en el Pilar y la conspiración para cometer otro similar en el monasterio de Monserrat (Barcelona). Los dos implicados permanecen presos en las cárceles de Brieva (Segovia) y Villabona (Asturias) y están clasificados en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES). Podrían enfrentarse a penas de entre 15 y 20 años de cárcel y el juicio se celebrará previsiblemente esta primavera en la Audiencia Nacional.


Los procesados ya fueron juzgados en Chile por colocar varios artefactos en iglesias, pero fueron absueltos por la Corte Suprema, después de pasar ocho meses en prisión.


Tras ser detenidos en España, negaron ante el juez Eloy Velasco que hubieran estado en Zaragoza, a pesar de las imágenes grabadas por varias cámaras desde la estación de Delicias hasta la plaza del Pilar. Sí reconocieron que, días después de poner la bomba en la basílica, habían estado en el monasterio de Monserrat. A raíz de este suceso, el Cabildo reforzó la seguridad con 30 cámaras de vigilancia que controlan todas las entradas y salidas del templo. Además, el seguro tuvo que destinar 200.000 euros a restaurar el órgano.