La ciudad del amor eterno

La famosa historia de los amantes (que, por cierto, estos días visitan Zaragoza) y el tesón de la ciudad aragonesa la están convirtiendo en una de las capitales favoritas de los enamorados. Aquí va una ruta muy especial.

Nuria y Fernando, una pareja malagueña, aprovechó su visita turística a Teruel para hacerse una foto junto  a la recién inaugurada escultura de los amantes que se encuentra  lindando al mausoleo.
La ciudad del amor eterno
Toni García

Teruel destila estos días amor por todos sus poros. Las manos de los Amantes, que apenas se rozan con sus pétreos dedos esculpidos en alabastro, están presentes en el imaginario urbano; en cada hogar, tienda y hotel, pero se pueden contemplar físicamente en el mausoleo dedicado a Isabel y Diego, un espacio museístico levantado para contar al mundo la leyenda –historia para muchos– de la pareja que murió de amor en el siglo XIII.


San Valentín se perfila como la jornada ideal para hacer una escapada romántica a Teruel y sumergirse en un amor de leyenda. Para empezar, el mausoleo en el que descansan los restos óseos de los enamorados muertos en el medievo se antoja visita obligada. Arte, música y literatura envuelven a los sarcófagos tallados por Juan de Ávalos, atractivos principales del conjunto de San Pedro, compuesto por una iglesia con decoración de inspiración bizantina y la torre más antigua del mudéjar turolense coronando el templo.


Pero la ciudad es mucho más, y en una ruta por el amor universal, no puede faltar una visita a la torre del Salvador, construida, según una leyenda (otra) por un maestro mudéjar a modo de minarete tras competir con su rival por la mano de una bella musulmana. El adversario, que levantó la torre de San Martín –su gemela– se lanzó al vacío desde lo alto de esta después de comprobar que su obra tenía una terrible tara que dejaba a la torre con una perpetua inclinación. Este trágico cuento adquiere un significado especial cuando se asciende al cuerpo de campanas del Salvador, un espacio mágico, en medio del silencio.


Para reponer fuerzas, nada mejor que degustar algunos de los menús románticos que los restaurantes de la capital han diseñado para este fin de semana. La Hogaza es uno de los numerosos establecimientos que componen la interesante oferta gastronómica, cada vez más amplia, de Teruel. Para los bolsillos más modestos pero igualmente exigentes, plantea bocadillos elaborados con pan artesano y productos de calidad, y para estos días de pasión desbordada, la propuesta se remata con una degustación gratuita de pastelillos de frutos rojos y una copa de retacía, una bebida de viva tonalidad roja, típica de la zona de Calamocha y elaborada con zarza joven, nueces y clavel.


Ensalada de corazones


El Café 1900 ofrece platos muy sugerentes en medio de una atmósfera cargada de notas modernistas, empezando por ensalada de corazones de queso, continuando con crema de almejas con espárragos y terminando con tarta de fresas y flan de higos.

Al atardecer, cuando el sol desprende sus últimos rayos, la Andaquilla, portal por donde Diego –el protagonista de los Amantes– entró a Teruel después de años de guerras, se convierte en un escenario cargado de simbolismo. Lo mismo que circular por el paso peatonal del Acueducto de los Arcos, perfecto final para una tarde de embrujo.


La campaña que el Ayuntamiento turolense ha lanzado para vender Teruel como ciudad del amor está calando con intensidad en el sector turístico y comercial, de manera que el mercado del regalo relacionado con los Amantes ha crecido en calidad y cantidad. Un buen número de joyerías comercializan bellas piezas, ideales en estos días para sellar una promesa de amor eterno.


Joyas amorosas


En Tena se puede adquirir el corazón modernista, en forma de colgante y pendientes en plata negra que reproduce la decoración de Casa Bayo, uno de los monumentos destacados de la ciudad. Fabregat tiene una colección dedicada al amor con corazones de vivos colores como protagonistas y en la tienda del mausoleo de Los Amantes se comercializa una amplia gama de regalos para todas las edades.


El erotismo que rodea el mundo del cacao puede alcanzar su máxima expresión en la confitería Muñoz; es uno de los mejores espacios donde poder disfrutar de una buena taza de humeante chocolate en un ambiente relajado, de los pastelillos ‘Besos de amante’ y de las tabletas elaboradas con leche, caramelo y violeta. Una cena a la luz de las velas es la que ofrecen algunos restaurantes como La Menta, todo un clásico en la ciudad, que propone un arroz verde de Aragón, o el más novedoso El Mercado, envuelto en una decoración inspirada en los Amantes.


Si es posible pasar la noche, la oferta contempla una gran variedad de alojamientos, como el coqueto Mudayyan o en el moderno cuatro estrellas Botánicos, y como colofón a un viaje inolvidable, no hay que dejar de visitar el mercado de la trufa negra que por primera vez se instalará en la plaza del Torico el domingo.