Boris Izaguirre, escritor y seductor, más reposado y observador
El escritor y showman venezolano presentó su nueva novela, Un jardín al norte, en la Librería General de Zaragoza.
En la Librería General presentó su novela, Un jardín al norte, rodeado de buenos amigos
Boris Izaguirre gana en la distancia corta, o al menos eso le pareció a muchas de las personas que el jueves compartieron unos minutos con él en la Librería General de Zaragoza. Presentó su última novela, Un jardín al norte, pero hizo mucho más: sedujo con su espontaneidad, con la mirada y la sonrisa pícaras a las que tanto juego saca en la televisión, e incluso con la prisa que parece tener al hablar, que ciertamente ha modulado mucho.
Se le ve más reposado y observador, muy metido en el papel de escritor fascinado por el mundo de los espías. Es lo que demostró en su cita zaragozana en la que presentó a su heroína romántica, Rosalind Fox, la misma que aparece en El tiempo entre costuras, de María Dueñas. "No tenía miedo a nadie, ni a sí misma, y gracias a ello pudo superar tantos obstáculos", señaló.
El escritor estuvo rodeado de buenos amigos. La mañana la dedicó a hacer un recorrido agotador de entrevistas y, a mediodía, se dio un respiro para comer con Luis Alegre en el restaurante del Teatro Principal. También le dio tiempo a ponerse al día con su amigo Pepe Romeo, responsable de la taberna Peccato. "Me lo presentó Miguel Bosé en Madrid en 2001 comentó Pepe, llevaba gafas y el pelo venezolano".
Desde entonces no han perdido el contacto y dos horas antes de iniciarse el acto se aseguró de poder disfrutar de su presencia en primera fila. A su lado, su amiga venezolana Evelyn Mayoral estaba emocionada de haberle conocido. "Es mi ídolo, me enloquece como es, tan natural y espontáneo", dijo.
La periodista Lucía Rabanete apenas ofreció unas pinceladas del escritor y de su nueva novela. El resto lo puso Boris. Pequeñas perlas que crearon mucha expectación entre sus seguidores y ganas de empezar el libro: "Rosalind fue la persona que consiguió que el franquismo no se aliara con Hitler", apuntó. "Te gusta porque no puedes evitar que ella dirija tus pasos; te seduce hasta donde quiere". Ahí lo dejó. El resto, decenas de dedicatorias y fotos, muchas fotos.