"Cuando preguntas para qué sirve la luz, la gente suele dar una única respuesta:“Para ver". Esto es lo que más curioso le resulta a José Luis Cebollada, profesor del IES La Azucarera y coordinador del programa educativo del Gobierno de Aragón Ciencia Viva. "Aunque el ratón con el que manejan el ordenador tenga una lucecita roja por debajo, aunque sepan que la miopía se opera con láser o acaben de instalar fibra óptica en su casa para navegar por internet, solo asocian la luz con la iluminación", señala. Por eso, con la excusa del Año Internacional de la Luz y las Tecnologías Asociadas a la Luz, y con el objetivo de mostrar a los alumnos de Secundaria que la fotónica forma parte de sus vidas, se ha preparado un taller ‘rodante’ lleno de experimentos. En él han trabajado, además del programa Ciencia Viva, el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza (UZ) y el Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (CSIC-UZ), con la colaboración de la empresa Ariño-Duglass.

El maletín fotónico va acompañado de una guía llamada ‘Taller de óptica y fotónica para Secundaria’, preparada por investigadores de la universidad y el propio Cebollada y disponible en https://

app.box.com/s/pcmm8wyz8xjvspsdz48l7scs0f4ew3fr.

Seis maletas llenas de materiales relacionados con la luz circularán este curso por los institutos aragoneses. Tres lo hacen ya por Zaragoza capital y alrededores, otra rota en estos momentos, hasta Semana Santa, por los centros de Secundaria del Bajo Aragón y hoy se presenta la iniciativa a los profesores de Huesca. Los centros interesados pueden dirigirse a cienciaviva@aragon.es, desde donde se organiza la rotación.

Hacer, ver y tocar en clase de ciencias

El objetivo de estas maletas viajeras y sus guías didácticas es "que la gente haga prácticas en su centro, que en clase de ciencias se juegue, que los chavales hagan, vean y toquen, con experiencias que tienen que ver con su vida cotidiana", asegura José Luis Cebollada. Por eso, en los experimentos propuestos aparecen citados los leds, la fibra óptica, los limpiaparabrisas que se activan automáticamente cuando llueve, las laparoscopias, las gafas de sol de espejo o las puertas del ascensor que no se cierran hasta que no has pasado. Aunque la máxima es que sean "actividades pegadas a la realidad, que no haya nada académico", tratan principios físicos como la emisión de luz, el color, la reflexión y refracción, la polarización, la visión humana, las interferencias, los detectores de luz (optoelectrónica) y las comunicaciones ópticas.

Son varias docenas de actividades, casi todas ellas pueden realizarse con materiales de uso corriente y otras con los que contienen las maletas. La de Secundaria incluye algunos dispositivos electrónicos diseñados y fabricados en el I3A, como los módulos de comunicación –"hay uno con el que mandamos la música de un mp3 en la luz de un led por el aire y a través de un cable de fibra óptica; es uno de los que más gustan a los chicos"– y también un módulo con tres leds RGB que generan colores y sirven para entender cómo se consigue el color en la pantalla del ordenador o del móvil. Por su parte, la empresa Ariño Duglass "ha proporcionado seis juegos de vidrios, uno normal y otro interferencial, con microcapas que bloquean el infrarrojo, como los que lleva el AVE".

Además, Ciencia Viva ha preparado dos maletines para Primaria sobre temas más de óptica que de fotónica. La guía de utilización puede descargarse en: https://app.box.com/s/

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