Los sindicatos rompen la negociación del convenio de Sarga

La equiparación de los sueldos del personal técnico y administrativo de Sodemasa y Sirasa había bloqueado los contactos

Retenes de Sarga y la BRIF exigieron en la calle mejoras laborales. o. d.
Los sindicatos rompen la negociación del convenio de Sarga

Más de dos años después de que culminase la fusión de las empresas públicas Sirasa y Sodemasa, la plantilla de la sociedad resultante, Sarga, sigue sin tener convenio colectivo. Y así continuará porque las negociaciones entre los sindicatos y la dirección de la firma (dedicada a la prestación de servicios agroambientales y que aglutina también a los retenes antiincendios del Gobierno de Aragón), se han roto.


Pero ya en los últimos meses de conversaciones el proceso había quedado muy tocado, después de que la Candidatura Independiente –mayoritaria en el comité con 24 de los 43 miembros– se levantara de la mesa en septiembre. Acusaron a la DGA y Sarga de actuar "con mala fe negociadora" tras desconvocar la huelga de julio.


Los contactos siguieron solo con CC. OO., CSIF y OSTA, pero los 7 delegados de este último sindicato también optaron finalmente por abandonar, lo que ha supuesto la ruptura definitiva de las conversaciones "porque ya no tenía sentido continuar", reconocen. En todo caso, la negociación se encontraba prácticamente estancada por la dificultad de unificar las tablas salariales del personal técnico y de oficinas procedente de cada una de las dos sociedades fusionadas.


De hecho, actualmente siguen en vigor los convenios de Sirasa (que controlaba el PSOE) y Sodemasa (PAR), con sus correspondientes escalas retributivas, si bien los horarios sí que se pudieron aunar. Pero en los sueldos las diferencias pueden llegar a rondar en algunos casos el 15%, lo que se traduce en hasta 2.000 euros anuales, según fuentes sindicales.

Distinto sueldo por la misma labor

También la estructura de categorías está en entredicho, ya que solo para los administrativos hay cinco clasificaciones distintas para empleados que desempeñan labores muy similares, aunque entre sus nóminas puede haber hasta 6.000 euros de diferencia al año, calculan los sindicatos.


El primer objetivo era reorganizar las categorías y equiparar sus retribuciones "sin perjudicar a los trabajadores" afectados por esas desigualdades, que son todos aquellos que no pertenecen al operativo antiincendios. Suman unos 150 de la antigua Sirasa y alrededor de 300 de Sodemasa, entre administración, biólogos, técnicos, peones, jardineros, camioneros...


Según los representantes de la plantilla, la dirección de Sarga llegó a proponer una subida media de 1.500 euros al año para 44 puestos técnicos de Sirasa, con el fin de homologar sus retribuciones a las de Sodemasa, con salarios de partida eran más elevados, "y no siempre por razones objetivas", afirman. Pero los sindicatos rechazaban la medida porque "si no va a haber subidas para todos, no puede haber para unos pocos", al tiempo que consideraban que la decisión de proponer "ajustes salariales" para equiparar los sueldos debía corresponder a la empresa.


Finalmente, la falta de acercamiento de las posturas acabó con la negociación, y tampoco ayudó que el PP y el PAR apoyaran una iniciativa de CHA para instar a la DGA a reconocer como bomberos forestales al personal de extinción de incendios. Este es otro de sus caballos de batalla y no sentó bien que los socios de gobierno mostraran su respaldo público mientras la dirección de Sarga –el consejo de administración está presidido por el consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón–, no cedía.


Pese a la ruptura, los sindicatos han solicitado que se respeten las mejoras de las condiciones laborales de los miembros de las cuadrillas forestales –los que están en una situación más precaria– que se habían logrado consensuar y que tienen "coste cero" para la empresa, como la posibilidad de optar a traslados, cambios de turnos o la consideración de fijo discontinuo con un año y medio de trabajo en lugar de tres. A la espera de ver si se atienden estas peticiones cuando empiece la campaña, consideran que ha sido un año de negociación "para prácticamente nada".

Críticas de UPyD

Por otra parte, UPyD criticó ayer a Sarga como "ejemplo de la vieja política" tras conocerse que más del 10% de su plantilla fue en listas electorales en 2011. Ve "especialmente sangrante" que hubiera 74 candidatos por el PAR.