"Se llaman Juegos Olímpicos, pero son todo menos un juego"

Mireia Belmonte

"Se llaman Juegos Olímpicos, pero son todo menos un juego"
"Se llaman Juegos Olímpicos, pero son todo menos un juego"
guillermo Mestre

El médico le aconsejó nadar a los 4 años. ¡Qué ojo!

¡Sí! Tengo una escoliosis en la espalda y, como la natación es un deporte que recomiendan tanto para fortalecer la espalda o diferentes músculos del cuerpo, así empecé.


¿Se lo ha agradecido suficiente?

¡Sí! Aunque él me lo recomendara por salud, al final acabé en la competición.


Y ¿cómo ha superado la alergia al cloro para triunfar en la piscina?

Eso me pasaba desde pequeña. Desde que hacía cursillos, salía con la nariz tapada y era como estar todo el año resfriada. ¡Y en 2008 me apareció asma, justo el año de los Juegos! Hemos tenido que ir sorteando todo poco a poco.


Para lograr subirse al podio, ¿ha tenido que nadar mucho a contracorriente?

Sí. A veces hay días difíciles de entrenamiento, otros te cuestan más que otros, pero siempre disfruto mucho nadando.


¿A qué hay que renunciar para ser una campeona mundial?

Primero a la vida de la familia, no puedes estar con ellos tanto como te gustaría, a los amigos, al tiempo personal. No puedo hacer muchas cosas que sí hacen las chicas de mi edad. Pero compensa.


¿En qué más es usted la mejor del mundo?

¡En natación y ya! Cada día nado ocho horas y estudio una hora y media. ¡Ya no me queda tiempo para nada más!


De sus últimas competiciones ha venido cargada de medallas. El oro, ¿se limpia mejor que la plata?

Por desgracia, las medallas no son de verdad de oro y de plata, solo las olímpicas tienen un baño. Pero siempre saben mejor las de oro que las de plata.


¿A qué deportistas admira usted?

De España, admiro mucho a Rafa Nadal. Por su forma de competir y por cómo es. Se le ve muy humilde, con los pies de la tierra y, pese a que ha ganado mucho, sigue siendo como siempre.


Y usted, ¿cómo es?

Soy bastante tímida, aunque lo voy mejorando con el tiempo, me he tenido que acostumbrar. Me gusta mucho reír, estar con los amigos, soy muy familiar... Una chica normal.


Si en vez de bañador llevara pantalón corto y compitiera sobre un campo de césped, ¿tendrían aún más eco sus triunfos?

Seguramente sí. Bueno, y si fuera hombre. Porque si fuera mujer futbolista no se me reconocerían los éxitos. En mi deporte tengo suerte porque está la cosa bastante equilibrada. Pero en los deportes más mediáticos no lo está.


Veo que es tan clara como el agua.

Sí. Y creo que el deporte femenino está en muy buen momento y creo que no solo en los deportes minoritarios tendrían que tener las mujeres más repercusión mediática.


¿En qué más asuntos se moja Mireia Belmonte?

Me gusta ayudar a la gente cercana. He donado premios que me han dado al centro de alimentos de mi ciudad, de Badalona.


Recibió ayer la medalla al mérito deportivo de Zaragoza. En las entregas de premios, ¿también se siente como pez en el agua?

Es difícil acudir a todas en las que me reclaman porque tengo que compaginarlo muy bien con los entrenamientos. Sin ellos, no tendría tampoco tantos reconocimientos. Pero estoy muy agradecida a todas las distinciones y, en concreto, al Ayuntamiento de Zaragoza. Es muy bonito porque mi primer campeonato de España se hizo aquí en Zaragoza y es para mí muy entrañable.


Y ahora, ¿qué?

Ahora viene la parte más importante de cara a los Juegos. Tenemos el Mundial este año en Kazán (Rusia) y siempre se dice que el Mundial es un preludio de lo que pasará en las Olimpiadas. Así que hay que hacerlo bien, hay que estar entre las seis primeras.


Las Olimpiadas ¿no son ningún juego?

No, se llaman Juegos Olímpicos pero son todo menos un juego.