La "otra" economía

Paises como Australia o China están modificando sus políticas moneterias debido a la incertidumbre económica.

Imagen de archivo de billetes y monedas de yen.
La "otra" economía
Reuters

La noticia del pasado martes de que el banco central de Australia bajaba los tipos de interés oficiales al 2,25%, sigue la tendencia iniciada a principios de año por otros países que están impulsando programas para debilitar sus monedas y poder así contrarrestar el débil crecimiento económico que vislumbran para los próximos meses.


A principios de año, la Autoridad Monetaria de Singapur (MAS) envió un mensaje a los mercados y depreció su divisa frente al dólar al nivel más bajo de los últimos cinco años. Desde entonces han sido muchos los países que han ido actuando de manera similar en las últimas semanas. Me refiero a Japón (el nuevo gobierno ha impulsado un nuevo plan de estímulo monetario; desde 2011 el yen acumula una depreciación del 50% frente al dólar), Suiza (el SNB decidió a mediados del mes de enero vender sus reservas de euros provocando mucha volatilidad en el mercado de divisas), China, India, Malasia, Dinamarca (su banco central ha recortado sus tipos de interés tres veces en dos semanas) y también el BCE, que en marzo pondrá en marcha un QE por importe de 60.000 millones de euros mensuales.


Pero la "movida" todavía no ha terminado. Son muchos los países que están sufriendo con sus divisas y se espera que en las próximas semanas Turquía, Corea del Sur, Canadá, Brasil y Tailandia modifiquen sus políticas monetarias y deprecien sus tipos de cambio.


¿Qué subyace detrás de todo este movimiento? En la respuesta influyen varios acontecimientos:


1. La Reserva Federal Americana (FED) ha necesitado cinco años y tres QE para relanzar la economía de EE. UU.


2. Los últimos datos del PIB en EE. UU. indican que el crecimiento económico puede ser sólido.

3. La retirada de los estímulos monetarios por parte de la FED ha abierto expectativas de futuras subidas de tipos de interés.


4. Crecimiento económico y posibilidad de tipos de interés más altos han fortalecido al dólar, que se ha revalorizado más de un 15% frente a las principales divisas del mundo.


5. La sorprendente caída del precio del petróleo y demás productos energéticos ha influido en los mercados de materias primas y rebajado las expectativas de crecimiento de los países con economías emergentes.


Todo este conjunto de acontecimientos influye en las decisiones de los agentes económicos y financieros, puesto que a medida que la economía norteamericana crece incrementan sus inversiones en dólares y así pueden mejorar sus expectativas de rentabilidad.


Resumiendo: el éxito de la política monetaria llevada a cabo por EE. UU. en los últimos cinco años está marcando la hoja de ruta de la economía global de los próximos años. Parece que las políticas de austeridad, defendidas por la escuela austríaca y lideradas por Alemania, limitan la capacidad de aumentar la demanda mundial, deprimen el crecimiento económico y generan deflación. Si a esto añadimos "nuevas ideas" como la del ministro griego de Economía para convertir su deuda actual en "otra" en la que un 50% sea perpetuo (solo paga intereses y no se amortiza nunca) y el otro 50% se pague si la economía crece, hay que admitir que el devenir económico de los próximos años puede ser decepcionante, porque la economía financiera va a seguir creciendo y la economía

real puede terminar en los museos.