Aragón, que ve con buenos ojos la propuesta porque ha participado en su creación, decidirá en enero si la sigue a rajatabla o incluye algunos matices en el documento marco, ya que la competencia es autonómica. En concreto, fuentes del Departamento de Educación explicaron que se está estudiando si es conveniente hacer esta prueba en dos días –como recomienda el Ministerio– o, por el contrario, concentrarla en solo uno por razones operativas.

No obstante, las mismas fuentes explicaron que el examen que se haga en Aragón apenas diferirá de la propuesta acordada con el Ministerio. Este documento marco propone que la prueba conste de cuatro apartados, cada uno de los cuales se hará en una sesión de entre 35 y 55 minutos con su correspondiente descanso. Dos de ellos serán de matemáticas (cálculo y resolución de problemas) y los otros dos de lengua: uno de expresión escrita y otro de comprensión oral y escrita.

Un punto llamativo de este examen es que también será de facto una prueba para los propios centros educativos, en el sentido de que cada colegio sabrá qué nota media han sacado sus alumnos y qué puntos fuertes y débiles tiene. Esto, según el Ministerio, permitirá que el equipo directivo y docente reflexione sobre los resultados de sus estudiantes y elabore su propio programa de mejora.

No obstante, hay que resaltar que Aragón ya realizaba un examen de diagnóstico en el cuarto curso de Primaria desde la pasada legislatura, de forma que la principal novedad está en que se adelanta un curso (ahora lo harán los niños de 8 y 9 años). Además, fuentes de Educación remarcan que los resultados que obtenga cada colegio serán de uso exclusivo del centro y de la DGA, es decir, que no se harán públicos como tampoco se ha hecho con las pruebas que se celebraban en cuarto, sin menoscabo de que un colegio –por su cuenta– publicite sus resultados.

A estas cuatro pruebas se sumará un cuestionario de contexto, que harán tanto los alumnos como los profesores y la dirección del centro. La DGA también debe decidir si envía ese test a las familias (el documento marco deja esta opción en manos de las comunidades). El objetivo, según el Ministerio, es ver cómo influye la situación socioeconómica y cultural del alumno y de los centros en la adquisición de competencias.