Preocupación sindical por la pérdida de 100 empleos en dos años en Confecciones Teruel

La empresa justifica la reestructuración de la plantilla por una bajada de la producción. CC. OO. pide a la compañía que se "reinvente".

El sindicato CC. OO. en Teruel ha mostrado su preocupación por la palatina pérdida de puestos de trabajo en Confecciones Teruel, una empresa que abrió sus puertas en la capital turolense en los años 70 con 600 empleados y que actualmente tiene apenas un centenar. Solo en los dos últimos años esta industria, que pertenece a Induico –la fábrica que cose diferentes marcas para El Corte Inglés– ha recortado su plantilla en más de 100 trabajadores, la mayoría mujeres.


La secretaria de CC. OO. en Teruel, Mariluz Benedicto, alertó de que la situación "es muy grave, pues se está destruyendo mucho empleo femenino, que es el que fija la población y resulta esencial para una comarca como la de Teruel y sus alrededores". Según Benedicto, la empresa no está apostando lo suficiente por Teruel, lo que "crea serias dudas acerca de la viabilidad de la planta". "Ojalá nos equivoquemos –continúo la responsable sindical–, pero creemos que estamos ante una muerte anunciada".


Fuentes de la empresa confirmaron ayer que está en marcha un plan de reestructuración de la plantilla de Confecciones Teruel que se debe "a una bajada de producción". Las mismas fuentes destacaron que a todos los trabajadores afectados se les ofrece un cambio de ubicación a otros centros de empleo de Valencia o Zaragoza y solo en caso de que no acepten esta posibilidad, su contrato es resuelto con la correspondiente indemnización. Agregaron que, si bien la empresa arrancó con 600 empleados, "eso fue hace muchos años".


La secretaria de CC. OO. dijo comprender las dificultades de Confecciones Teruel para competir con otras empresas cuya mano de obra, en el extranjero, es mucho más barata. Por ello, le pidió "que se reinvente y comience a fabricar otros productos que necesite El Corte Inglés". "Es necesario que el negocio sea reconducido, porque es una pena que una empresa tan potente tenga ahora un empleo tan escaso", subrayó Mariluz Benedicto.


Desde el comité de empresa de los trabajadores explicaron que "cada vez hay menos faena" en la fábrica y no ocultaron su temor a que la planta "cierre" tras 40 años de presencia en la capital turolense. Estas fuentes laborales lamentaron que los despedidos "son trabajadores con contrato indefinido, algunos de los cuales llevaban hasta 39 años en la empresa al haber entrado con tan solo 14 o 18 años de edad".


Delegados del comité de empresa señalaron que los primeros ajustes de plantilla afectaban a los trabajadores de más edad, "pero últimamente se está yendo gente joven". Destacaron que, si bien la empresa indemniza a los afectados con mayor cuantía económica de la que marca la ley, también es cierto que muchos de los despedidos tienen difícil encontrar un nuevo empleo por tener más de 50 años. "Son personas que han dado lo mejor de su vida laboral y ahora se ven en la calle", indicaron.


Tere Martín fue despedida en agosto de 2013 cuando tenía 56 años de edad. Había entrado en Confeccciones Teruel con 19. "Me llevé un disgusto; confiaba en jubilarme allí", relató. Esta extrabajadora explica que por ahora no ha encontrado empleo, lo que le ha llevado a volcarse en el cuidado de su familia.