Luis Oriol, decano de la facultad de ciencias: "se equiparon las nuevas carreras y no hay dinero para mantenerlas"

Durante cuatro años gestionará una de las facultades más grandes del campus sin apenas recursos y con el reto de que los grados pasen la reválida de Bolonia

Luis Oriol, en la Facultad de Ciencias, donde releva en el puesto de decano a Anabel Elduque.
Luis Oriol, decano de la facultad de ciencias: "se equiparon las nuevas carreras y no hay dinero para mantenerlas"
Francisco Jiménez

-Comienza su mandato como decano con una crisis institucional entre la Universidad y la DGA y un estado financiero delicado. ¿Cómo se encuentra en ese escenario la Facultad de Ciencias?

El centro ha pasado un periodo duro, con un trabajo ímprobo para poner en marcha las titulaciones adaptadas al espacio europeo. Antes de que la crisis se dejara sentir en la Universidad, se hicieron una serie de inversiones para la puesta en marcha de estos grados. Ahora el reto es consolidar esa oferta académica sin medios. Habrá que hacer ajustes en los grados en los que se han detectado problemas. Además, hay que pasar la acreditación de las titulaciones (la reválida de Bolonia) y consolidar los másteres para que sean un foco de atracción de estudiantes.


-Las carreras de ciencias más puras pierden alumnos en toda España y algunos grados no logran cubrir sus plazas. ¿Qué plan tiene para llenar las aulas?

Quiero dinamizar la proyección de la facultad para conectar nuestras titulaciones con los centros de Secundaria y FP. Hay que poner en valor la ciencia. El potencial de nuestro centro está en la docencia, pero también en la labor investigadora. Este es nuestro aval y no podemos perderlo.


-Por el contrario, cientos de alumnos se quedan todos los años en lista de espera para estudiar Biotecnología. ¿Ampliará las plazas?

En el momento en el que exista la posibilidad de contratar profesorado se estudiará esa opción.


-Los alumnos de ciencias son unos de los que más notan el salto del instituto a la universidad ¿Llegan los estudiantes a la carrera con nivel bajo?

Sí. A veces no solo es que tengan el nivel bajo es que incluso tienen directamente lagunas. Por ejemplo, se matriculan alumnos sin haber cursado Matemáticas o Física en Bachillerato. Y eso lógicamente es un problema. Se intenta paliar con cursos cero y preparatorios, pero resulta complicado.


-¿Cuáles son las asignaturas en las que hay más dificultades?

Por mi experiencia como coordinador del grado en Química, hay problemas generalmente en Física y Matemáticas.


-¿Y qué se puede hacer?

Se trabaja para armonizar los contenidos de Bachillerato con los de primero de grado. Para que la transición sea lo menos traumática posible.

-¿Cómo afectarán a la facultad los problemas de financiación de la Universidad de Zaragoza?

Nuestra situación no es tan agobiante como la de otros centros, pero en el horizonte sí que se atisban necesidades. En su momento se hizo un esfuerzo importante por dotar a las nuevas titulaciones de todo lo necesario para echar a andar: laboratorios –con sus correspondientes medidas de seguridad–, equipamientos que se necesitan para determinadas prácticas de Física o de Óptica y Optometría, dotaciones en las aulas, proyectores, etc. Todo esto se va deteriorando progresivamente y no hay recursos para mantenerlos. Habrá que estar atentos para que ese deterioro no sea excesivo y repercuta en nuestro desempeño docente.


-¿Y qué pasará con las obras que la facultad lleva años pidiendo?

Hay actuaciones que se han reclamado históricamente como las reparaciones de persianas y ventanas del edificio A, que es el más antiguo. Son cuestiones que suponen molestias, pero tienen un coste elevado por el tipo de inmueble y no hay recursos. Además, hemos tenido problemas de goteras, ha habido que cerrar algún aula... Somos conscientes de los problemas que hay a nivel social, de la presión que tiene la Universidad, pero no podemos dejar de poner de manifiesto estos problemas para evitar que este deterioro repercuta en nuestro trabajo.


-Entonces, de trasladar la facultad al campus Río Ebro para crear ese anunciado campus científico-tecnológico ni hablamos...

En esta situación es complicado. Nosotros no deberíamos estar aislados de ese campus científico-tecnológico, pero la actuación depende del presupuesto, de la estrategia de la Universidad y de las relaciones entre las dos instituciones (Rectorado y DGA).


-La Facultad de Ciencias es referente en Química. ¿Cómo mantendrá esa posición sin recursos?

Siento una profunda responsabilidad. Pero me siento respaldado por el personal del centro: estudiantes, docentes e investigadores y personal de administración y servicios. No dudo de que todos vamos a remar en la misma dirección, de que todos se van a esforzar en su empeño docente y su labor investigadora. Si se siguen haciendo las cosas como hasta ahora seremos capaces de que vaya bien. Contamos con una plantilla implicada. Eso no supone que no necesitemos aportación económica. Pero el personal hace que la cosa sea más sencilla de manejar.