​Galliano vuelve en bata

El modisto demuestra que su creatividad no estaba ligada a los excesos.

Galliano, con la bata de trabajo con la que salió a saludar.
​Galliano vuelve en bata

John Galliano, el ‘poeta frágil’ de la moda, regresó el lunes a las pasarelas para presentar la colección ‘Artisanal’, la de más alta gama de Maison Martin Margiela. Lo hizo en el corazón de Londres, en un moderno y aséptico edificio de oficinas, en medio de una expectación que comenzó a alimentarse el primer día de su forzado retiro. Galliano se rodeó de amigos e incondicionales como los diseñadores Manolo Blahnik, Alber Elbaz y Christopher Bailey, la famosa modelo Kate Moss así como de escogidos e influyentes periodistas especializados en el mundo de la moda.


Cuatro años después de que un cóctel de alcohol, valium y comentarios antisemitas le alejaran de Dior, la casa para la que el monstruo creativo hizo algunos de sus mejores trabajos; de que incluso su propia firma, fundada en 1984, le dijera adiós, Galliano ha vuelto a la industria que le hizo grande de la mano de la mejor madrina que podría esperar.


Anna Wintour, de cuyo brazo apareció hace solo unas semanas en los British Fashion Award convirtiéndose en protagonista indiscutible de la velada, habría tejido la hoja de ruta seguida por el diseñador para su ‘rentrée’. Y es que la editora jefa de la edición norteamericana de la revista ‘Vogue’ ha sido siempre su gran valedora.


Galliano pone fin al proceso de rehabilitación que le recluyó durante meses en la clínica Meadows de Arizona cuando, según él mismo ha declarado, una mezcla de alcohol y benzodiazepinas, aderezada con un trabajo titánico, convirtieron su vida "en algo insoportable".


La colección con la que vuelve Galliano, más que una vuelta de tuerca, puede ser considerada un calentamiento de lo que puede ocurrir. Un puente entre los excesos de Dior y la irónica discreción de Maison Martin Margiela, cuyo anterior diseñador eligió el quasi anonimato.


Blanco, negro y rojo desfilaron ante el selecto club de invitados, en creaciones muy variadas, que incluyeron modelos hechos con ‘toiles’, los tejidos que se utilizan para probar los vestidos antes de su confección final. Al final, salió a saludar un Gallliano con el pelo recogido y ataviado con la bata de modisto que lucieron otros maestros de la costura como el recientemente fallecido Óscar de la Renta. Una verdadera declaración de intenciones.