Ángel Calvo: “Se están registrando agresiones de hijos a padres con mayor frecuencia y más virulencia”

Es un fenómeno muy preocupante. Lamentablemente, este tipo de agresiones, de hijos a padres, en el entorno familiar, se están produciendo cada vez más y con mayor virulencia. Y no se registran solo con hijos adolescentes, también se están detectando en chavales más pequeños.

Como psicólogo, ¿tiene explicación para estos hechos?

Yo creo que se han producido dos cosas: menos control en las familias y más permisividad. Existe una falta de pautas educativas correctas y que se pongan límites. Los niños estaban más controlados antes y no se les daba todo lo que pedían. Actualmente, tienen todo lo que quieren y algo más. Y están ejerciendo un gran poder sobre los padres, y no solo en el aspecto económico sino en la toma de decisiones sobre lo que quieren o no hacer. Los padres han delegado, en muchas ocasiones, la autoridad y han dejado que los niños, desde bien pequeños, hagan lo que quieran: que coman cuando les parece, se vayan a la cama cuando les apetece... De esta forma, se ha producido un fenómeno progresivo por el que los padres se han ido plegando a los deseos de sus hijos.

Las exigencias económicas, ¿son las que provocan más enfrentamientos?

No siempre, pero es verdad que se dan con frecuencia situaciones en las que niños de familias no excesivamente boyantes exigen, por ejemplo, que les compren marcas. Y estos padres no pueden dar respuesta a sus hijos porque durante toda la vida les han dado todo lo que pedían, nunca hubo un no.

¿Son responsables los padres de las agresiones de sus hijos?

No sé si responsables, pero son colaboradores necesarios. Cuando ocurren estos casos de violencia de hijos hacia sus padres hay que analizar los antecedentes. Cuando a un niño pequeño le dejas hacer siempre lo que desea, no le pones límites, ni le dictas pautas, no le dices a nada que no... estás criando un niño que no va a ser capaz de resistir la frustración. Y es necesario que se acostumbre a vivir esas pequeñas situaciones frustrantes por las que todos pasamos porque si no llegará el momento en que no podrá aguantarlas y responderá a ellas de modo agresivo.

¿Cómo afrontar esta situación?

Yo aconsejo a los padres que den una respuesta y que denuncien estos comportamientos en el juzgado o en la Fiscalía de Menores.

Tiene que ser duro (y humillante) para un padre tener que denunciar a su propio hijo, a veces un adolescente.

Sí, pero es que son comportamientos muy dañinos. Basándome en mi experiencia, debo decir que estas situaciones se pueden solucionar, pero son complicadas. Los padres tienen que dar respuesta, de manera temprana y sistemática, a las agresiones. Se pueden llegar a erradicar, pero no es fácil.

¿Se puede hacer algo para modificar estas conductas?

Las terapias que pueden ser más efectivas son de tipo familiar. Aunque algunos padres, cuando los críos empiezan con estos problemas, recurren a la psiquiatría. Creen que el problema se va a resolver con medicamentos, con ansiolíticos. En el fondo, lo que buscan los padres es quitarse la responsabilidad.

¿Porque si creen que su hijo está enfermo se tranquilizan pensando que no pueden hacer nada, que no es responsabilidad suya?

Exactamente. Y puede haber niños con alguna patología, pero son una minoría.