La UZ propone que la reválida de Bachillerato sirva de Selectividad

El Rectorado quiere evitar que, cuando desaparezca la Selectividad, los alumnos tengan que hacer un examen diferente para entrar en cada facultad.

Los alumnos que este año cursan primero de Bachillerato serán los últimos que deberán superar la Selectividad para estudiar una carrera. El Ministerio suprime estas pruebas en 2017 y da luz verde a las universidades para que determinen cómo será la admisión de los alumnos. Esto puede provocar que las fórmulas de acceso sean tan diversas como facultades hay, ya que cada centro puede hacer un examen distinto, lo que obligaría a los estudiantes a viajar de provincia en provincia para pasar los exámenes. Puede suceder también que un campus mire solo las notas del instituto, mientras que otro haga entrevistas personales o tenga en cuenta requisitos como la formación complementaria o haber cursado estudios superiores con anterioridad.


Para evitar la multiplicidad de fórmulas y facilitar el camino a los alumnos, la Universidad de Zaragoza propone que la admisión se haga según la nota obtenida en la prueba final de Bachillerato, esto es, en la ‘reválida’ que el PP implanta con la ley Lomce. Esta propuesta se está estudiando en la Red Universitaria de Asuntos Estudiantiles (Runae), que es una comisión sectorial dentro de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), de la que el rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, es presidente.

Notas ponderadas


De momento, es una propuesta que debe ser debatida, pero parece que hay cierto consenso entre las universidades públicas, según explicó el vicerrector de Estudiantes y Empleo, Fernando Zulaica. Asimismo, comentó que no solo se tendrá en cuenta la nota global de la reválida, sino que podrían ponderarse las calificaciones en determinadas asignaturas. Por ejemplo, a los que eligieran Medicina, les contaría más la nota en Biología. "Sería más o menos aplicar un sistema como el que se hace ahora con la prueba específica en la que los alumnos pueden obtener hasta un 14. La diferencia sería que, en lugar de medir las notas de la prueba de Selectividad, se medirían las de Bachillerato", argumentó Zulaica.


El vicerrector cree que no tiene demasiado sentido que los alumnos que se han examinado de una materia el 20 de mayo vuelvan a hacerlo diez días después en una universidad. "Si el examen que se hace a final del Bachillerato es oficial e igual para todos los institutos, podemos guiarnos por sus resultados", añadió.


Esta parte seguirá contando un 40%, puesto que el 60% corresponderá a la nota global del Bachillerato, tal y como ocurre en la actualidad. El problema de esta propuesta, comenta Zulaica, es que no sirve para los alumnos procedentes de un grado superior de FP. Como estos no hacen ‘reválida’, habrá que pensar cómo se regula su admisión (mediante cupos, con exámenes específicos...).


La desaparición de la Selectividad preocupa a los campus y son varias las comunidades que han propuesto una prueba única para todas sus universidades públicas (por ejemplo, ha sucedido en Andalucía). En principio, en Aragón se propuso que las cuatro universidades del campus Iberus (Zaragoza, La Rioja, pública de Navarra y Lérida) tuvieran una prueba de acceso común que permitiera a los estudiantes optar a las carreras de todo el valle del Ebro con solo un examen. "Con esta nueva propuesta vamos más allá. Podría haber un modelo en todas", apuntó Zulaica.