El rector asegura que no existe negociación con la DGA y esta le pide que deje de hacer política

López dice que la última reunión se produjo en julio y que la situación del campus es "precaria".

López repasaba ayer su intervención ante los representantes del Claustro universitario
El rector asegura que no existe negociación con la DGA y esta le pide que deje de hacer política
Guillermo Mestre

La Universidad de Zaragoza y el Gobierno de Aragón, lejos de acercar posturas, volvieron a enzarzarse ayer con acusaciones cruzadas en materia de financiación. El rector, Manuel López, aseguró que no hay ninguna negociación abierta con el Ejecutivo ni espera que la haya a corto plazo, mientras que el consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro, le pidió que "deje de hacer política" para centrarse en la gestión universitaria.


Este último rifirrafe comenzó en el Paraninfo, donde López presidió la sesión anual del Claustro universitario. Antes de comenzar la reunión y preguntado por los periodistas, el rector recalcó que no mantiene ningún encuentro formal con el Gobierno de Aragón desde el pasado mes de julio. Entonces, López y la consejera Serrat alcanzaron un preacuerdo por el que la Universidad vería aumentada su transferencia básica y recibiría una partida –­sin concretar­– para obras. Pero las intenciones de la Consejería no contaron con el respaldo de la presidenta Rudi, que decidió ajustar el gasto, congelar la financiación básica y suprimir la partida para infraestructuras. "Desde entonces no tenemos ninguna negociación. Ha habido contactos, pero no un diálogo concreto", criticó ayer el responsable de la institución.


El rector insistió en que no ha recibido ninguna llamada y no espera que el teléfono suene en breve. "Ellos son los que convocan a las reuniones y a nosotros no nos han convocado", añadió al tiempo que destacó que el campus es una institución "intrínsecamente solidaria" que trabaja por la educación y el conocimiento.


Una vez en el Claustro, frente a los estudiantes, los profesores y el personal de administración y servicios, López reconoció que 2015 será un año "muy complicado" puesto que obligará a la Universidad a vivir "en precario" y con una deuda de 31 millones.


Los claustrales mostraron su preocupación por el estado de las arcas y preguntaron al rector cómo se solventarán las deficiencias estructurales de edificios como Filosofía y Letras (con desconchones y desprendimientos de placas del techo). "No consentiremos que exista un problema de seguridad en la Universidad de Zaragoza. Eso lo garantizamos, estén tranquilos. Cerraremos las instalaciones que presenten cualquier problema de seguridad", explicó López.


Estas palabras obtuvieron ayer de nuevo el respaldo de la comunidad universitaria reunida en la sesión anual del Claustro, principal órgano de participación en el campus. Desde el grupo de profesores Renovación –al que pertenece el rector–, Francisco Beltrán comentó que los problemas de financiación son "un mantra" que se repiten año tras año y denunció: "Esto es intolerable. Y que se nos tilde de insolidarios es un insulto. Nuestros dirigentes no son conscientes de la importancia de la Universidad".


Por su parte, el profesor Francisco Vázquez, del grupo Renovación –que apoya a López en el Rectorado–, lamentó la "grave" situación económica de la institución y dio su "apoyo expreso" a las medidas del equipo de dirección. Esto –recordó–, también afecta a las políticas de contratación de profesorado.


En el sector del personal de administración (PAS) el Bloque Aragonés reclamó "más financiación" y La Algara se mostró satisfecha de que "la Universidad se rebele, por fin, contra la actitud recortadora de la DGA".

"Esfuerzo en el gasto"


Aunque dijo no querer alimentar la polémica, ni entrar en un "partido de tenis o frontón" con el rector, el consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo, arrojó más leña al fuego al ser preguntado tras el Consejo de Gobierno por las declaraciones de López. "Le pediría que no haga política. Su tiempo político ya ha pasado", le recriminó en tono duro y nada conciliador. Pese a que defendió que las negociaciones continúan, en contra de lo explicitado por el rector, sí admitió que no ha habido "contactos oficiales, pero sí oficiosos" después de que se conocieran los presupuestos de la Comunidad para 2015.


En la línea que lleva defendiendo el Gobierno con su presidenta a la cabeza en las últimas semanas, argumentó que la transferencia básica que recibe el campus es "muy importante" y pidió al rector que haga un "esfuerzo en el gasto corriente". Además, garantizó que el Ejecutivo invertirá en infraestructuras si hay "necesidades urgentes". También se pronunció sobre las enmiendas presentadas a los presupuestos por todos los grupos, incluido el PAR, para tratar de mejorar la financiación de la institución. "El PP no tiene mayoría en el Parlamento", se despachó, al tiempo que cuestionó la propuesta de los aragonesistas de dedicar los ahorros en Educación al campus.