El proyecto Serranía Celtibérica se extiende por cinco Comunidades Autónomas, suma 65.825 kilómetros cuadrados y una población de 499.186 habitantes, con una densidad es de 7,58 habitantes por kilómetro cuadrado. Esto sitúa a este espacio por debajo de los ocho habitantes por kilómetro cuadrado, ratio exigido por la Unión Europea para las regiones consideradas como "territorio escasamente poblado" y que hasta ahora solo cumplía Laponia.

Burillo recuerda que estas circunstancias han llevado al Gobierno de Aragón a solicitar la creación de una unidad de inversión territorial integrada para la Serranía Celtibérica, invitando a formar parte de ella a las comunidades de Castilla-La Mancha, Castilla León, Comunidad Valenciana y La Rioja. El catedrático indica que, no obstante, al ser la Serranía Celtibérica un territorio interregional, el Gobierno de España "debe solicitar a la UE el mismo trato que reciben los países de Finlandia y Suecia desde su adhesión en 1995 por tener territorios por debajo de los ocho habitantes por kilómetro cuadrado".

El especialista precisa que a las circunstancias de su baja demografía, la Serranía Celtibérica une otras dos características para recibir un trato especial por parte de la UE, pues es un territorio de montaña y rural remoto. "De hecho presenta la más extrema desarticulación territorial de toda la Unión, pues mientras en España hay 393 núcleos por encima de 20.000 habitantes en la Serranía Celtibérica solo hay cuatro". Con esta adhesión, el territorio del Aranda confía en que se vean potenciadas sus ofertas turísticas, comerciales y gastronómicas, integrando productos y actividades, para lo cual invitan a todas las instituciones, empresas y particulares a formar parte de este proyecto comunitario.