"La ambición y las ganas de aprender no dependen de la suerte"

Sito Alonso. Entrenador del Bilbao Basket

Sito Alonso, con los aperos de trabajo.
"La ambición y las ganas de aprender no dependen de la suerte"
jesús oleaga/el correo

Acaba de perder el Athletic. Llueve en Bilbao. La ciudad está triste. Solo unos chicos de negro, los del Bilbao Basket, transmiten alegría. Su entrenador, Sito Alonso, es aragonés. Hoy puede finalizar la primera vuelta como líder de la ACB.

Nada más llegar me di cuenta de que la vida cambia en Bilbao según el resultado del Athletic. Es un sentimiento muy arraigado.


El Bilbao Basket también ha adquirido un carácter muy definido.

Los problemas unen. El equipo estuvo durante el verano fuera de la ACB. El hecho de que haya logrado salir habla muy claro del carácter de la gente de Vizcaya.


Ni fue sorteado para el calendario liguero...

Los vascos defienden lo suyo, no soportan la injusticia. La ACB había permitido antes continuar a clubes en una situación semejante y quería echar al Bilbao. Hay un pabellón precioso, 9.000 personas que apoyan todos los días, nuevos gestores... Lucharon hasta el final y lo consiguieron.


Y luego llegó usted y lo revolucionó todo.

No. Yo no he revolucionado nada. Yo solo entreno. Me gustan los retos y en Bilbao una gente muy seria me ofreció un reto y lo acepté.


Con cuatro euros están a punto de dar la campanada...

Lo verdaderamente importante es que estamos vivos y que queremos seguir vivos.


En la ACB lo dan como futuro entrenador del Real Madrid.

No pienso en lo que pasará luego. Solo tengo tiempo para pensar en lo que pasa ahora, en el dificilísimo partido del domingo –por hoy– en Málaga. Siempre he pensado en presente.


¿También cuando empezaba?

Empecé muy pronto. Mi primer partido como entrenador fue cuando apenas tenía 11 años.


No deja de sorprenderme...

Fue en Compañía de María.


En la calle Bilbao de Zaragoza.

Sí. Es curioso, pero es así. Un equipo de benjamines no tenía entrenador y me puse yo.


¿Cuál es su primer recuerdo de una pelota de baloncesto?

En casa. Mi padre, Alfonso Alonso, es entrenador. En una pista, probablemente en Bomberos. Recuerdo que botaba la pelota mientras entrenaba José Luis Ereña al equipo de Helios. Nací en Madrid, pero a los tres años vino mi padre a trabajar a Zaragoza.


Sus padres han sido muy importantes en esta historia...

Soy hijo único. Recuerdo a papá siempre viendo vídeos de baloncesto en casa. Y a mi madre, Julia, sentada viéndolos también. Ellos supieron entender mi pasión por el baloncesto.


No todos los padres lo hacen. Ustedes, como los poetas, los músicos, son vistos como gente rara...

Me ayudaron muchísimo. Jugaba en los equipos inferiores del CAI y entrenaba en Helios. Con 16 años ya era coordinador de Helios. Con 18 marché a jugar y a entrenar al Monzón. Entrenaba a tres equipos a la vez, y estudiaba Magisterio en Huesca. Nunca he trabajado tanto como en Monzón. En Monzón conocí a mi mujer, Sandra.


Hasta que un día le llamaron de Badalona.

Fue Jordi Cairó. Me olvidé de preguntarle hasta lo que cobraría. Acababa de casarme. Mi mujer me apoyó para dar el paso. Aprendí mucho en la Penya con Aíto. Trabajé específicamente con Ricky Rubio, Norel, Pere Tomás... Horas y horas. Después estuve en Guipúzcoa. Y ahora en Bilbao.


Acabo de verles entrenar. Si un equipo juega como entrena, quien quiera ganarles me temo que va a tener que picar piedra...

A un colectivo humano no se le puede exigir jugar bien ni ganar. Sí se le puede y se le debe exigir que dé lo máximo de sí mismo.


A ver si hay suerte en la Copa...

La ambición y las ganas de aprender no dependen de la suerte...


¿Y el CAI?

Deseo que el CAI también esté en la Copa. Después de unos meses muy duros, sería muy importante para el club y para la ciudad lograr la clasificación. A ver si podemos estar todos en Gran Canaria.


¿Y después?

Después, a seguir trabajando. A ver a mi hija Inés, que vive en Badalona, cuanto más pueda. Y a pensar 24 horas en el baloncesto, lo mismo en mi piso, cerca del Guggenheim, que en el pabellón.


¿No se cansa de baloncesto?

Soy un afortunado: mi pasión es mi trabajo.