"Las canciones son de todo aquel que quiera emocionarse con ellas"

Joaquín Pardinilla (J. P.) Los temas cultos y los populares siempre están cerca. Lo popular ha inspirado permanentemente a lo culto. Villanos, jácaras, joropos, canarios, hachas y demás danzas proceden de lo popular, en ritmo y melodías, cuando no también en textos. Diego Pisador arregla a voces un romance que ya existía en letra y música y este pasa a la categoría de culto. Sencillamente reivindicamos un repertorio extraordinario y pretendemos envolverlo en un contexto sonoro coherente y evocador.

Hay una clara mirada hacia la música antigua...

María José Hernández (M. J. H.) La música no pertenece a ningún tiempo ni a ninguna época. La música antigua no es patrimonio exclusivo de estudiosos o especialistas. La música es de cuando sucede, y las canciones, especialmente, son de todo aquel que quiera hacerlas suyas y emocionarse con ellas. Esto es lo que más me ha atraído de este proyecto y de estas canciones: el reto de revivir en mi voz el eco de las emociones y los corazones que las crearon, de darles de nuevo vida. Las melodías y los textos son maravillosos y me he sentido muy cómoda haciéndolas mías.

¿Qué presencia van a tener los cancioneros aragoneses?

J. P. Los cancioneros aragoneses encierran una música magnífica y los conocemos bien. Habíamos trabajado sobre ellos en numerosas ocasiones. Además de los cancioneros, hay aquí mucho más repertorio, riquísimo, que podríamos abordar en un futuro y que ya hemos comenzado a valorar.

¿Cómo mezclan tres músicos tan distintos y con tanto bagaje?

J. P. María José es la clave. Luis Delgado produjo su primer disco y yo he trabajado muchos años con ella. Finalmente coincidimos los tres en la maravillosa aventura que fue Alburuz, un supergrupo en el que además estaban Jaime Muñoz (La Musgaña) y los virtuosos tunecinos Sofien Zaidi, Anis Klibi y Rached Tanazefti. Nos entendimos muy bien y hace un tiempo pensamos en retomar el espíritu de aquella formación, ampliando y actualizando el repertorio. Quizá el principal valor de la experiencia es que te da capacidad de entendimiento y sabes encontrar el denominador común. Proponemos temas, y una vez aceptados, los arreglos fluyen de manera natural. Cantando María José, es todo mucho más fácil.

María José, por alusiones...

M. J. H. Nos unen muchos años de amistad, admiración mutua y complicidades musicales. Luis y yo nos conocemos desde hace más de 20 años y con Pardinilla he compartido muchos momentos y canciones, así que cada concierto de Vivere Memento es motivo de alegría y disfrute por el reencuentro de tres viejos amigos. Disfrutamos cada corchea y me río con ellos hasta las lágrimas...

¿Qué buscan con la instrumentación y los arreglos?

J. P. Básicamente, queremos disfrutar y poner en valor un repertorio extraordinario eludiendo la visión historicista (tan respetable como imprescindible, por otra parte), resaltando su carácter intemporal. Canciones y melodías que siguen emocionando, al margen de que su acompañamiento sea una cítola o un ingenio electrónico. En cualquier caso, la sencillez y el rigor son elementos comunes a todos los arreglos.

¿Cómo han elegido el repertorio con piezas que, en algunos casos, habían popularizado Joaquín Díaz o Amancio Prada?

J. P. Joaquín Díaz es capital, imprescindible. Resulta imposible abordar el romancero en España sin acudir a su ayuda. Y sucede lo mismo con la tradición sefardí e incluso el folclore español.

M. J. H. Lo que más me emociona de este repertorio es la naturalidad de sus melodías, que trascienden al tiempo. Lo que cuenta ‘El enamorado y la muerte’, por ejemplo, es estremecedor. No puedo dejar de emocionarme cuando la canto, pero mis canciones favoritas del disco, serían ‘Yo me acodro’ y ‘La calleja de Matalón’.